La falta es castigada por el fuero militar.
Se explicó que el mando a cargo de la tripulación (camioneta militar) no dio la orden de abrir fuego y que, sin embargo, los soldados de la batea, accionaron sus armas contra civiles.
«Comete el delito de desobediencia el que no ejecuta o respeta una orden del superior, la modifica de propia autoridad o se extralimita al ejecutarla. Lo anterior se entiende salvo el caso de la necesidad impuesta al inferior, para proceder como fuere conveniente, por circunstancias imprevistas que puedan constituir un peligro justificado, para la fuerza de que dependa o que tuviese a sus órdenes», refiere el artículo 301 del Código Penal Militar.
«La desobediencia en actos del servicio será castigada con un año de prisión, excepto en los casos siguientes: cuando ocasione un mal grave que se castigará con dos años de prisión; cuando fuere cometida en campaña, que se castigará con cinco años de prisión, y si resultare perjuicio a las operaciones militares, con diez años de prisión».
Los militares serán procesados en la Ciudad de México, en los Juzgados ubicados dentro del Campo Militar 1.
Este proceso es aparte del que lleva la Fiscalía General de la República (FGR) por la muerte de los cinco civiles.
De acuerdo con testimonios, siete jóvenes salían de un antro cuando se toparon con un convoy militar en la Colonia Cavazos Lerma y tras una persecución cinco fueron abatidos y dos resultaron heridos.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) argumentó que los soldados dispararon debido a que escucharon un «estruendo» desde la camioneta en la que viajaban los civiles.
Fuentes militares informaron que en un primer hecho (madrugada del domingo) unos ocho elementos de tropa (soldados, cabos o sargentos) se trasladaban en el vehículo militar que persiguió a la camioneta en la que viajaban los civiles.
De acuerdo con los primeros indicios de balística de la FGR, detallaron, cuatro soldados que venían como artilleros en la batea de la unidad militar, fueron los que accionaron sus armas contra el vehículo con los civiles a bordo.
Durante los patrullajes, las camionetas del Ejército operan generalmente entre seis y ocho elementos, dos en la cabina (el copiloto al mando) y entre cuatro y seis en la batea.
«Todos se sometieron a las periciales, pero en cuatro que iban atrás se centra la investigación», aseguró una de las fuentes consultadas.
Otros 13 militares también están bajo indagatorias luego que discutieron y accionaron sus armas contra civiles que reclamaron el abatimiento de los cinco jóvenes. También se investiga quién o quiénes agredieron a dos soldados.
Hasta ahora, se precisó, todos los militares investigados están fuera de sus funciones y están bajo resguardo castrense hasta que concluyan las primeras diligencias.