Nuevo Casas Grandes— Aunque hay grandes expectativas por los cuerpos y restos encontrados en 11 narcofosas de Ascensión, la Fiscalía del Noroeste aclaró que no hay seguridad de que todas las víctimas sean de esta región, pues como ha quedado en evidencia en otras inhumaciones clandestinas de la zona, se han recuperado restos de personas de otros municipios como Cuauhtémoc.

Además del “narcopanteón” localizado en Ascensión, en la región noroeste se han realizado otros dos hallazgos de entierros clandestinos, uno en Nuevo Casas Grandes donde se recuperaron 11 cuerpos en 2020 y otro también en Ascensión, donde en 2023 se recuperaron cuatro cuerpos, entre ellos, el de un policía desaparecido meses atrás en Puerto Palomas de Villa.

El fiscal de la Zona Noroeste, Alejandro Vargas Salas, declaró que los elementos de la Fiscalía Especializada en Operaciones Estratégicas regresarán esta semana para continuar los rastreos, ante las evidencias de más terrenos donde pudiera haber más fosas clandestinas en el área rural entre La Salada y Buenavista.

Sin embargo, aclaró que no hay seguridad de que todas las víctimas sean personas de esta región del noroeste, pues por experiencia, se ha visto que en otros casos ocurridos en esta región, se han localizado personas que tenían reporte de desaparecidos en otros municipios.

Oficialmente, Vargas Salas dijo que en las excavaciones recientes del miércoles 18 al viernes 20 de diciembre, la Fiscalía tiene registro de sólo 12 cuerpos “indeterminados”, donde de manera preliminar se estableció que podría haber una mujer y que el cuerpo más reciente, tendría una fecha cronológica de apenas dos semanas de haber fallecido.

Las muestras de casquillos de diferente calibre, indican que las personas fueron victimadas con el tiro de gracia en el mismo lugar donde fueron enterradas, y que en una de las 11 fosas, se hallaban dos cuerpos apilados.

Con este hallazgo, ya son tres los operativos con éxito donde se recuperan restos humanos que por métodos violentos, fueron inhumados en fosas clandestinas en la región noroeste, en el marco de un fenómeno que desde el 2008, ha dejado más de 300 reportes de personas desaparecidas sólo en esta zona de Chihuahua.

Noviembre de 2020: once osamentas

En seguimiento a investigaciones federales por la masacre de la familia LeBaron del 4 de noviembre de 2019, donde un centenar de sicarios emboscaron a tres familias de la comunidad mormona en Bavispe, Sonora, asesinando a 9 mujeres y niños que salían de La Morita, elementos de la Marina y del Ejército Mexicano, llegaron hasta Ejido Hidalgo, en Nuevo Casas Grandes.

Ahí tuvieron un enfrentamiento a balazos con un presunto delincuente identificado como Cruz Iván S.Z. apodado “El Cholo”, mismo que resultó lesionado y trasladado al Hospital Integral, de donde fue dado de alta bajo custodia y fue sacado de la ciudad en helicóptero.

Días después, un equipo de la Marina y de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, llegaron a un rancho oculto entre brechas en el Ejido Guadalupe Victoria, a 22 kilómetros de Nuevo Casas Grandes, donde del 6 al 12 de noviembre, los peritos en antropología lograron rescatar las osamentas de 11 personas que fueron ejecutadas y enterradas en ese sitio.

Tras los resultados genéticos de los restos óseos, se logró establecer que en el lugar habían sido asesinadas personas desde el 2018 y en ese mismo año 2020, de acuerdo a la compatibilidad de las víctimas con familiares que tenían interpuestas denuncias formales por su desaparición.

Cabe destacar que cerca del lugar pero unos 10 kilómetros al oeste pasando la carretera que va de Nuevo Casas Grandes a Janos, bajo las faldas del cerro El Pajarito, la Comisión Estatal de Búsqueda había hecho varios operativos con representantes de Derechos Humanos y Madres Buscadoras de Ciudad Juárez, pero nunca hallaron nada, siendo el hallazgo de la Comisión Nacional de Búsqueda el primer operativo en tener éxito.

Otro de los sitios que ha sido rastreado en al menos tres ocasiones con perros especializados, personal de antropología forense y hasta drones, es el área de la Laguna Fierro, donde persisten los rumores de posibles ejecuciones y entierros clandestinos, pero igual nunca se ha hallado evidencia alguna.

Mayo de 2023: cuatro cuerpos

En otra de las investigaciones en la región, elementos estatales con la Comisión de Búsqueda lograron ubicar en un predio entre Puerto Palomas de Villa, seccional de Ascensión y la comunidad del Ejido Ley 6 de Enero, varias inhumaciones clandestinas entre las que lograron recuperar el cuerpo de una mujer que murió de manera violenta.

Las evidencias halladas en el lugar, sugieren que era visitado frecuentemente por los delincuentes, quienes torturaban, ejecutaban y hasta quemaban a sus víctimas, las cuales luego eran enterradas en hoyos que se cavaban en el terreno arenoso para tal fin.

Uno de los cuerpos recuperados, fue el del agente Jonathan Rentería Quezada, de apenas 25 años, quien tenía una gran vocación por el uniforme pues a pesar de que ya había enfrentado amenazas en su natal Casas Grandes, fue hasta Puerto Palomas de Villa en donde volvió a darse de alta para seguir sirviendo, sin saber que sería de nueva cuenta el objetivo de los sicarios.

En una de las fosas descubiertas en la zona del Ejido Ley 6 de Enero, se confirmó que una de las víctimas era una persona desaparecida en el municipio de Cuauhtémoc, lo que sugiere que las víctimas que terminaron enterradas de manera clandestina en la región noroeste, no son todas de los municipios de esta zona.

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