Washington.- La Administración del Presidente Donald Trump celebró este viernes el haber terminado la construcción de 160 kilómetros de muro fronterizo a lo largo de la frontera con México como parte de sus políticas de reducción del ingreso de migrantes indocumentados.

«Quiero enfatizar que cada pulgada de las 100 millas (160.9 kilómetros) que hemos construido es un nuevo sistema de muro fronterizo, no es un reemplazo como nuestros críticos lo han llamado, es un nuevo muro», aseguró el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional (DHS en inglés) Chad Wolf durante una conferencia de prensa en Yuma, Arizona.

Wolf indicó que se cambiaron las anticuadas barreras a lo largo de la frontera, pues eran fáciles de traspasar, por nuevas que incluyen tecnología de punta como sensores, cámaras de vigilancia y mejor acceso para los agentes fronterizos.

El funcionario explicó que esta nueva infraestructura metálica, aunque lejos del muro de cemento que prometió construir Trump a lo largo de los tres mil 180 kilómetros de frontera con México, supone una importante barrera para aquellos que intentan cruzar la frontera ilegalmente o para traficar drogas.

Wolf reiteró que el muro funciona, ya que, donde se han construido partes de esta alta valla, el cruce de inmigrantes indocumentados disminuyó.

En el sector Tucson, Arizona, el cruce de indocumentados descendió en 24 por ciento tras la construcción de la nueva barrera, y en el sector de Yuma se registró un descenso del 78 por ciento en los últimos meses.

A pesar del logro obtenido, la Administración Trump aún se encuentra muy lejos de su meta de completar 450 millas (724.2 kilómetros) del muro fronterizo para finales del 2020.

A este cuestionamiento, Wolf dijo tener confianza de que para finales de este año se habrán terminado o se encontrarán bajo construcción entre 400 (643 kilómetros) a 450 millas (724.2 kilómetros).

La visita a la frontera del responsable de la Seguridad Nacional se produjo después de que esta semana el Gobierno obtuviese dos victorias legales en esta materia.

El miércoles la corte de apelaciones en Nueva Orleans le autorizó disponer de tres mil 600 millones de dólares del presupuesto del Pentágono para construir el muro fronterizo, mientras que el jueves otra corte levantó una restricción contra un grupo privado aliado de Trump que quiere construir sus propias barreras en terrenos privados.

A pesar de los triunfos legales de esta semana, el Gobierno enfrenta varios obstáculos más.

Por ejemplo, en Arizona se llevan a cabo tres proyectos de construcción dentro de parques nacionales, lo que causó fuertes críticas de defensores del medio ambiente que presentaron una demanda judicial todavía por resolver.

En Texas se deben construir nuevas barreras a lo largo del Río Grande, lo que requiere una compleja ingeniería debido a los peligros de inundaciones durante la época de lluvias.

El Gobierno federal también necesita adquirir tierras privadas de cientos de propietarios que se rehúsan a dejar sus propiedades, por lo que las 100 millas (160 kilómetros) de muro que se anunciaron este viernes se levantaron en terrenos federales.

Y en diciembre pasado, el Congreso aprobó el presupuesto gubernamental para el 2020, que incluye mil 400 millones de dólares adicionales para la construcción de la barrera fronteriza, mucho menos de los cinco mil millones que había solicitado la Casa Blanca.

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