«En Brasil se producen 1.000 amputaciones de pene al año por falta de agua y jabón. Cuando se llega a este punto, vemos que realmente estamos en el fondo del pozo», declaró Bolsonaro a la salida del Ministerio de Educación.
El mandatario agregó que el mayor número de casos se registran en los estados más pobres del país. «Tenemos que buscar la manera de salir del fondo del pozo, ayudando a estas personas, concienciando, mostrando realmente qué tienen que hacer para evitar que se llegue a ese punto ridículo. Triste para nosotros esta cantidad de amputaciones al año», aseguró.
«Una vez supe que ciertos hombres para ir al baño ocupaban los baños reservados para hacer «el número uno»», añadió el presidente.