El legislador, explicó que la región de San Juanito es por tradición la más explotada por los taladores ilegales, sin embargo, en Témoris, los funcionarios de Profepa no se atreven a entrar por la presencia de grupos del crimen organizado.
“Agarran un predio, un área o ejidos, se meten ahí estas gentes y no dejan pasar; entonces tienen que ir con una autoridad de seguridad pública para poder ingresar”, comentó Villarreal con respecto de los funcionarios de protección al ambiente.
A mediados de enero el Fiscal General del Estado, César augusto Peniche Espejel, dijo que trabajan en varias líneas de investigación contra mafias de la tala clandestina, por ser una actividad de financiamiento para grupos criminales.
Aunque no existe una estimación en dinero, se calcula que tanto el robo de mineral como la tala clandestina, son redituables en mayor grado, incluso, que la producción y venta de droga.
Activistas como Isidro Baldenegro, fueron asesinados por defender el bosque de la Sierra Tarahumara.