Por su parte, apuntó que estos números todavía no son definitivos, ya que la pandemia en México continúa, por lo que también exigió a las autoridades federales y locales evitar un nuevo cierre de actividades económicas, por ser catastrófico para esta industria y una detonador para generar un efecto dominó en la cadena de valor.
“No sólo es la pérdida de empleos, son mexicanos y sus familias los que están siendo afectados directamente”, afirmó.
En el mismo tenor, Manuel Montellano, director ejecutivo de Banca de Empresas en Banca Mifel aseveró que la banca está preocupada por la afectación que el cierre de restaurantes ocasiona para la economía mexicana y las cadenas de valor, pues afirmó que los principales financiadores de estos giros comerciales son los proveedores, quienes soportan el 75 por ciento de los créditos de los restaurantes.
“Un daño a la industria restaurantera podría significar no solo la caída de ésta, sino terminar con las cadenas de suministro porque muchos de sus proveedores son empresas medianas, pequeñas, las cuales hoy en día no han podido tener un desarrollo importante. Ellas sufren, ellas tienen créditos con la banca y esto nos puede llevar a un daño sistémico irreversible si no cuidamos la cadena de suministro”, alertó el también coordinador de la banca empresarial de la Asociación de Bancos de México.
Por su parte, Enrique Téllez, presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), aseveró que el cierre de oficinas fue uno de los factores que más impactó a los restaurantes.
Detalló que el cierre de estas oficinas no ha permitido que los restaurantes logren recuperar el nivel de ventas que observaban anteriormente, a pesar del relajamiento de algunas restricciones sanitarias.
“Los efectos más notorios del sector inmobiliario en el sector restaurantero ante la crisis por el covid se reflejan a través de las oficinas y los centros comerciales”, aseguró.