Chihuahua.- Un policía perteneciente a la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), identificado como David Humberto Carreón Torres, asesinó la madrugada del pasado miércoles a su esposa Karina Salette García Nava de 32 años quien tenía 32 semanas de embarazo; minutos después, el elemento de seguridad se disparó en la cabeza y quedó gravemente herido.

Ante esto, el Gobierno Municipal, reprobó el hecho el cual calificó como trágico y señaló que este suceso conmueve a todas las personas pero que sin embargo, esto no representa el actuar de la DSPM y que por el contrario, es totalmente reprobable.

Así mismo, la autoridad informó que la Fiscalía General del Estado (FGE), ya se encuentra realizando las investigaciones correspondientes en torno a este caso y que el hombre se encuentra hospitalizado y bajo custodia.

En este mismo sentido, Amaranta Ávila, master en reparación de trauma y apego y especialista en psicotraumatología, desgaste por compasión y burn out y quien ya ha trabajado con anterioridad con elementos policíacos; refirió que, ante el colapso laboral, los policías tienden a no manejar la angustia, la ira y la frustración.

“He desarrollado programas de intervención grupal e individual para prevenir el desgaste laboral y la traumatización vicaria, la cual la sufre normalmente la gente que está al cuidado de otros o mejor conocidos como los “profesionales de la ayuda” en los que entran propiamente policías, bomberos, rescatistas que normalmente después de un tiempo de estar trabajando en el servicio, pueden desarrollar un trauma vicario”.

De acuerdo con Amaranta, este trauma se refiere a un exceso de empatía debido a las situaciones a las que se enfrentan, mismas que hacen que el cerebro experimente síntomas de angustia similares a las que tienen las personas que están ayudando y se contagian a nivel emocional.

“Esto se debe a que el cerebro a nivel de trauma está preparado para protegerse de lo que percibimos como una amenaza, entonces estar viendo o interviniendo en personas que sufre hace que nuestro cerebro se prepare ante esto y genera esta traumatización, normalmente afecta a estas personas: policías, psicólogos, fuerzas de seguridad y fuerzas armadas justo porque se está permanentemente en contacto, entonces en esto hay un desgaste del cuidador, un desgaste a nivel laboral”, expresó la especialista.

De igual manera, Amaranta Ávila explicó que las experimentaciones de angustia, ira y estrés severo hace que se produzcan situaciones en las que el individuo que está apoyando no tenga un procesamiento psicológico, emocional y corporal de una posición de autocuidado.

“Es decir, se dedican a cuidar a otros, pero no tienen ese autocuidado por sí mismo, entonces, no logran percibir ni canalizar sus emociones, no tienen un descanso correcto, no hay una dieta equilibrada y no hay un momento de descanso; no se está al pendiente del cuidado emocional, están colapsados en el trabajo y no tienen la capacidad de manejar sus emociones”.

“Mi postura ante el caso en el que un policía asesinó a su esposa, es que, este tipo de personal debe de tener un proceso de contención, que haya grupos para ellos en los que puedan expresar estas emociones que viven día con día y que estos programas permitan detectar quiénes son candidatos a un proceso terapéutico y darle atención a su salud mental”, refirió la especialista.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *