Monterrey, NL.- A la pennycress, una planta de la familia Brassica relacionada con las mostazas y las coles, generalmente se le considera maleza, pero la antigua hierba se está cultivando como fuente de diesel renovable o combustible de aviación sustentable, reportó The Wall Street Journal (WSJ).

Detalló que la planta tiene alto contenido de aceite, 50 por ciento más que la soya, y está destinada al cultivo en granjas fuera de temporada de cosecha.

A medida que aumenta la demanda de combustibles ecológicos, también amenaza la escasez mundial de alimentos.

Eso está generando un impulso para los combustibles bajos en carbono que se pueden producir sin usar granos comestibles y estimulando la investigación sobre cultivos como el de pennycress, señaló WSJ.

Pennycress, que comercializa CoverCress, es uno de los tres cultivos de cobertura no alimentarios que han recibido fondos del Departamento de Agricultura de EU, donde los científicos esperaban encontrar plantas de semillas oleaginosas que podrían producir combustibles renovables sin competir con las fuentes de alimentos.

Los otros dos son carinata, de Nuseed, y camelina, de Global Clean Energy, que se cultivan durante el periodo de barbecho invernal.

En el 2022, BP acordó comprar aceite de carinata de Nuseed para procesarlo o venderlo como suministro de biocombustibles sostenibles. El gigante químico y farmacéutico Bayer amplió a 65 por ciento su participación en CoverCress, con el resto en manos de Chevron y la comercializadora agrícola Bunge.

Exxon Mobil tiene un acuerdo de varios años con Global Clean Energy para comprar diesel renovable hecho de camelina.

Carinata, también conocida como mostaza etiope, no es una hierba como el pennycress, pero tampoco es comestible para los humanos. La cosecha, que se cultiva entre noviembre y mayo en la temporada baja de algodón y maní, está siendo probada por agricultores en Alabama, Georgia y Florida, así como en Argentina.

La semilla oleaginosa se tritura en Europa para su uso como biocombustible.

En la mayoría de los casos, se contrata a los agricultores para que cultiven las plantas y las empresas determinan cuándo y cómo usar los fertilizantes y se aseguran de que las plantas se trituren y se envíen a las refinerías.

«Pennycress, camelina y carinata combinados no van a ser la solución (solos)», señala Mike DeCamp, CEO de CoverCress, «todavía no habrá suficiente petróleo para satisfacer la demanda en función de la cantidad de capacidad que se está conectando.

«Ninguno de estos cultivos es la varita mágica, pero son parte de un tejido que realmente puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo a largo plazo».

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