De esta manera, la empresa Earth Ocean Farms (EOF) se convirtió en la primera granja del país latinoamericano autorizada para exportar este pez endémico del norte del Alto Golfo de California que se encuentra en peligro de extinción.
«La acuacultura es un método para asegurar la no extinción de la totoaba. En EOF hemos cumplido con todos los requisitos solicitados por la Convención», declaró el director ejecutivo de la compañía, Pablo Konietzko, citado por El Milenio. El empresario manifiesta que la decisión permitirá «consolidar la economía regional de la península de Baja California». «EOF es parte de la solución para la conservación de la especie», subrayó.
Sin embargo, en el acuerdo se excluyeron las vejigas natatorias del pez, que son traficadas por el comercio ilegal y pueden tener un valor de hasta 9.000 dólares por kilo. A pesar de que su venta no está permitida, su mercado principal es Asia, en donde es considerado un platillo de lujo y se le atribuyen propiedades curativas.
«Después de cuatro años de un diálogo constructivo, nos enorgullece ser parte de la solución y aportar en la construcción de una alternativa legal del comercio internacional, promoviendo la conservación de la especie», concluyó la empresa.