En sus declaraciones, el mandatario describió al sistema judicial como corrupto, hipócrita y autoritario, y enfatizó la necesidad de un cambio profundo en su funcionamiento y estructura.
López Obrador no escatimó en sus críticas al Poder Judicial, afirmando que «son muy corruptos, el dinero es su único dios, y son muy partidarios de la mano dura, lo quieren resolver todo por la fuerza». Estas declaraciones reflejan su percepción de un sistema judicial profundamente arraigado en prácticas corruptas y autoritarias.
El presidente describió estas características como «una corriente de pensamiento que ha existido por los siglos de los siglos», sugiriendo que estos problemas no son recientes, sino que han estado presentes durante mucho tiempo. «Se mantienen pero son como sus elementos característicos más importantes para implicarlos, hipócritas, corruptos y autoritarios, esto es desde luego sin matices», agregó.