De forma general, el plan de Biden busca «reducir los costos que las familias enfrentan y bajar el déficit federal al pedir a las grandes corporaciones y a los estadounidenses más ricos que paguen lo justo», detalló la Casa Blanca en un comunicado.
La iniciativa federal incluye una serie de acciones enfocadas en la reducción de los costos de energía, haciendo énfasis en lograr la independencia energética del país; de los precios de medicina y salud; de los alimentos; del cuidado infantil; de los bienes de consumo diario y de la vivienda.
Entre las medidas destacan pedir al Congreso aprobar un plan de créditos fiscales e inversiones para reducir la dependencia en «autócratas como (el Presidente ruso Vladimir) Putin, ahorrar a las familias un estimado de 500 dólares al año en sus recibos de servicios públicos y acelerar la innovación de energía limpia».
Estados Unidos también reiteró que seguirá liberando un millón de barriles diarios de la Reserva Estratégica de Petróleo por los siguientes seis meses para contener el alza de los combustibles, algo de lo que culpa también a Rusia. La Casa Blanca también trabajará para que sus aliados liberen otros 60 millones de barriles de sus reservas, detalló.
Para bajar el costo de las medicinas y el acceso a la salud, Biden prevé arreglar los problemas de Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (mejor conocida como ObamaCare) para que más familias puedan tener servicios sanitarios y demandar al Congreso que reduzca el precio de los medicamentos, incluyendo un límite al costo de la insulina, así como penalizar a las farmacéuticas que aumentan los precio más allá de la inflación.
En cuanto al objetivo de bajar el precio de los alimentos, la Casa Blanca buscará otorgar más recursos para los agricultores estadounidenses para «evitar una potencial crisis global alimentaria creada por la invasión no provocada de Rusia a Ucrania».
Además, para solucionar los problemas de vivienda, Biden pedirá al Congreso invertir en la construcción de más de un millón de casas accesibles para los estadounidenses a través de créditos, expandir el financiamiento para construcción de nuevas casas y eliminar barreras que impiden la edificación de viviendas en las comunidades.
«El plan del Presidente Biden hará que los estadounidenses más ricos y las corporaciones más grandes paguen su parte justa, incluso a través de un nuevo impuesto sobre la renta mínima para multimillonarios», agregó la Casa Blanca sobre el objetivo de reducir el déficit del Gobierno federal.
«Al promulgar reformas para hacer que las corporaciones y los estadounidenses más ricos paguen su parte justa, el Congreso puede reducir el déficit aún más, al mismo tiempo que reduce los costos para las familias».