Luego del zafarrancho que se armó, sacaron al reportero de las instalaciones, el Piojo se desahogó en conferencia de prensa y mediante un comunicado los de la UNAM aseguraron que “al haber violado el reglamento de conducta estipulado por el Club y la Liga MX, se hará acreedor de una sanción de un año sin poder ingresar al Estadio Olímpico Universitario para ejercer labores periodísticas, además de no poder asistir, con tal carácter, a ninguna actividad organizada por el Club Universidad”.
Y cuando todos pensamos que el caso se cerraría ahí, esto apenas comenzaba pues resulta que no pertenece precisamente al gremio periodístico y ya salió quién sería realmente.
En el mismo comunicado, además de Raúl González, encargado de prensa de Pumas, señalaron que tenían identificado al agresor y la información se le daría exclusivamente a la Liga MX para las investigación correspondiente “por respeto”.
Tanto en redes sociales como en pláticas, compañeros periodistas aseguraron que nunca lo habían visto. Todo indica que no era fotógrafo, si no un mercadólogo, Gerente Senior Ventas y Orador especialista en motivación llamado Juan Carlos Castro. Esta persona obtuvo su acreditación haciéndose pasar como parte de Reuters, una agencia internacional de noticias, quienes se defendieron negando que Castro formara parte de su equipo, además de que ellos no cubrieron el partido.
Cuando su nombre comenzó a circular, inmediatamente dio de baja sus redes sociales, donde se podía ver que trabaja para la empresa #NextGenFlashMX dando conferencias motivacionales, de liderazgo, emprendimiento y coaching. Extraoficialmente, Récord mencionó que esta agencia tendría algún convenio con Pumas para recibir “trabajos de coaching”.
Entre que son peras y son manzanas, la Liga MX intensificará las averiguaciones entorno al por qué se le entregó la acreditación de prensa para un partido tan delicado a una persona externa.