Entre las especies más comunes que pueden ingresar a las viviendas se encuentran serpientes, arácnidos, ratones, escorpiones y otros insectos. Aunque algunos de estos animales no representan un peligro directo, otros como la víbora de cascabel, la araña violinista, la viuda negra y los alacranes, son altamente venenosos y pueden provocar lesiones graves o incluso hospitalizaciones.
Los bomberos aconsejan mantener limpias todas las áreas de la casa, especialmente debajo de camas, sillones, rincones y esquinas, que suelen ser los lugares preferidos para estos animales. También recomiendan fumigar regularmente y evitar la acumulación de basura, escombros o muebles viejos, que pueden convertirse en refugios para estos animales.
Otra medida importante es mantener las puertas bien cerradas e instalar guardapolvos para evitar su ingreso. Además, sugieren tener especial cuidado al realizar actividades en patios o jardines, donde las especies ponzoñosas suelen esconderse.
Si se detecta la presencia de algún animal peligroso o protegido, los bomberos exhortan a la comunidad a no intentar capturarlo por su cuenta.
En su lugar, deben llamar al 9-1-1 para solicitar asistencia. Los elementos de rescate se encargarán de asegurar a los animales y liberarlos en su hábitat natural, sin poner en riesgo la integridad de las personas.