Los fiscales de la corte federal del distrito norte de Illinois describieron en documentos judiciales la cooperación de Zambada con el gobierno estadounidense como «extraordinaria» en decenas de casos contra narcotraficantes mexicanos. Según la petición de 23 páginas disponible en el sistema electrónico de la corte, los fiscales también pidieron al juez que tenga en cuenta el testimonio de Zambada durante el juicio a Joaquín «El Chapo» Guzmán en Brooklyn.
Si el juez Rubén Castillo le conmuta los 10 años que Zambada ya lleva encarcelado por tráfico de drogas, el hijo de «El Mayo» podría quedar libre mucho antes de 17 años. Se espera que Zambada sea sentenciado el 30 de mayo en la corte de Chicago.
La fiscalía aseguró en su petición que entre aproximadamente 1996 y 2008 Zambada dirigió «masivos» envíos de drogas ilícitas desde América Central y del Sur hasta México y eventualmente a Estados Unidos. También coordinó la llegada a México de las ganancias obtenidas por la venta de la droga. Zambada actuó en ocasiones como delegado de su padre y tomó decisiones importantes, incluidas las relacionadas con el uso de la violencia y el pago de sobornos a funcionarios mexicanos, indican los documentos.
«El Mayo» nunca ha sido arrestado y sigue prófugo.
Zambada fue detenido por las autoridades mexicanas en 2009, extraditado a Chicago en 2010 y empezó a cooperar con el gobierno estadounidense a fines de 2011.
La fiscalía aseguró que la cooperación de Zambada resultó en valiosa información sobre el Cartel de Sinaloa y su organización rival, el Cartel de los Beltrán Leyva, y que culminó con la presentación de cargos contra docenas de traficantes de alto nivel y cientos de sus asociados.
En total, funcionarios del gobierno estadounidense han interrogado a Zambada más de 100 veces, según los documentos.
La fiscalía también indicó que Zambada no estaba interesado en el narcotráfico cuando era joven pero que por ser el hijo de «El Mayo» los traficantes le pasaban mensajes para que se los dijera a su padre, que se escondía de las autoridades. Así se inició en el negocio y años después huyó a España y Canadá «en un intento de escapar del mundo en el cual había nacido y la violencia que emanaba de él», dicen los documentos.
Regresó, sin embargo, a la organización de su padre porque temía que lo mataran o mataran a su familia, aseguraron los fiscales. Luego empezó a cooperar con la agencia antidrogas estadounidense DEA.
En los documentos la fiscalía lo describió como «uno de los testigos cooperantes más conocidos del mundo» y dijo al juez que en su sentencia debería haber un «balance apropiado entre lograr disuadir y promover la cooperación de individuos en situaciones similares que buscan una alternativa viable a la actividad criminal».
Durante el juicio a Guzmán, Zambada testificó que «El Chapo» tenía contactos en la DEA y que los usó para intentar ayudarlo a salir del Cartel de Sinaloa.