CDMX.- Luisa María Alcalde, Secretaria de Gobernación, se pronunció este lunes por llevar el «humanismo mexicano» a la Constitución, para blindar los derechos de los más vulnerables ante el riesgo de un retroceso.

Durante la conmemoración del 107 aniversario de la Constitución y en representación del Presidente Andrés Manuel López Obrador, la funcionaria consideró que se debe plasmar en la Carta Magna la obligación del Estado de proteger a los más pobres y garantizar que todo poder público dimana del pueblo.

«El humanismo mexicano es el derecho a ser feliz; a tener oportunidades y construir de forma libre nuestros proyectos de vida; a la inclusión desde abajo y para todos, al reparto equitativo de los esfuerzos y los bienes sociales, a consolidar y sostener una economía próspera que fecunde una sociedad más justa», dijo.

«Y estará en la Constitución para blindarlo de toda amenaza de retroceder. Y estará en la Constitución para dejar en claro al mundo que, en México, el Estado es el garante de la protección de los derechos sociales».

La responsable de la política interna advirtió que, si bien existen avances en los derechos constitucionales, las reformas impulsadas durante el periodo neoliberal generaron un retroceso.

En este marco, se pronunció en favor del paquete de reformas que enviará el Presidente al Congreso de la Unión.

«Hasta la Constitución llegó el avasallante neoliberalismo y se crearon en ella aparatos para proteger intereses privados sobre los públicos, llegaron las privatizaciones; se instauró la mala idea de construir el bienestar desde arriba y con exclusiones, se trastocó así el sentido social de la propia Constitución», criticó.

«Este es el retorno del pacto social que se aprobó en este teatro y que se convirtió en referente para el mundo. Las reformas que conocemos hoy y que vamos a conocer esta tarde, junto a las de los últimos cinco años, son el camino de regreso al Pacto Social, fundamentado desde el Pacto Federal».

En el mismo sentido, la presidenta del Senado, Ana Lilia Rivera, condenó que el modelo neoliberal, impuesto en México «por una minoría oligarca y antidemocrática», haya concretado reformas que llevaron al saqueo y el despojo.

«Todas esas modificaciones o reformas estructurales o reformas del Estado, como le llamaron, no fueron otra cosa que la entrega de nuestra soberanía alimentaria, energética, económica», aseveró.

«Los derechos fueron convertidos en negocios y la democracia fue una simulación que impuso aliados e incondicionales a los poderes fácticos, pero ajenos totalmente a los intereses populares».

La senadora de Morena dejó en claro que el poco tiempo que le queda a la actual Legislatura será utilizado para discutir las reformas que enviará el Presidente, porque la Constitución «no es un monumento normativo, ni un fetiche histórico sin relevancia».

«Esta Legislatura termina una etapa importantísima, pero inicia otra de gran trascendencia histórica, pues hoy este 5 de febrero también recibiremos las reformas constitucionales prioritarias del Ejecutivo Federal.

«El Parlamento estará más vivo que nunca y lo que se creía intocable, será evaluado por la sociedad bajo la pluralidad, representada en el Congreso de la Unión», aseveró.

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