Después de viajar cuatro días a bordo de “La Bestia”, tras dos meses de migrar desde Venezuela, Daiverson Acosta, su esposa y sus dos hijos de 6 y 12 años de edad, llegaron el viernes a Ciudad Juárez con la esperanza de poder lograr una mejor vida en Estados Unidos.

“Fue fuerte, no fue nada fácil, recorre, con hambre, con frío; no fue nada fácil en La Bestia”, relató el venezolano de 27 años de edad después de bajar del tren en el que arribaron a la ciudad alrededor de 200 personas migrantes.

Aunque los retenes del Instituto Nacional de Migración (INM) han prolongado el viaje de los migrantes de un promedio de tres a cuatro días hasta las dos semanas, Daiverson narró que ellos lograron conmover a los agentes para que no los regresaran hasta el sur del país.

“Nos hizo una parada Migración, nos iban a bajar, pero lloramos, les dijimos que veníamos con los niños; nos juntamos todos y nos dejaron continuar… hicimos cuatro días en el tren desde el basurero (un lugar en Huehuetenango, Estado de México en donde la mayoría de los migrantes toman el tren hacia la frontera)”, relató.

Dijo que en su país trabajaba “en todo”, como conductor de plataforma y en la construcción, por lo que buscan llegar a Estados Unidos para poder ofrecerles un mejor futuro a sus hijos.

“La verdad queremos entregarnos, ya estamos cansados, tenemos dos meses viajando y ya queremos llegar”, explicó sobre los motivos por los que no esperarán una cita de CBP One, sino que se entregarían a la Patrulla Fronteriza después de cruzar el río internacional entre Juárez y El Paso.

Las cerca de 200 personas migrantes que arribaron el viernes a la ciudad, tuvieron que continuar su camino en camiones de transporte público desde la altura del kilómetro 20, en donde se detuvo el tren.

Debido a que el arribo de los trenes no tiene un horario especifico en la ciudad, a lo largo del día pueden observarse pequeños grupos de personas caminando cerca de la frontera, con el fin de llegar hasta las puertas del muro fronterizo ubicadas en los marcadores 36 y 40, por donde buscan cruzar el río internacional y luego burlar el cerco de púas y la vigilancia de la Guardia Nacional de Texas.

La noche del jueves una familia venezolana que portaba la bandera de su país esperaba sentada en los límites del río Bravo, para poder ingresar de manera irregular a Estados Unidos.

Otros migrantes que llegaron esta semana a Ciudad Juárez a bordo de “La Bestia”, narraron que habían sido devueltos hasta el sur de México hasta en dos ocasiones antes de poder llegar a la frontera, debido a que fueron detenidos en puntos de control del INM.

Desde los retenes instalados en lugares como Aguascalientes, Zacatecas, Torreón y Chihuahua, fueron devueltos a ciudades como Villahermosa y Tapachula, por lo que el viaje se ha extendido para algunos de días a semanas.

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