Primero la perra empezó por asomarse desde fuera aunque hoy ya es parte del “personal” de la comisaría, pues los policías y trabajadores, al verla siempre ahí, comenzaron a alimentarla y hasta darle techo y cama para dormir.
«Lo cierto es que el día en que hicimos el procedimiento y trajimos al hombre a la dependencia, al rato Sheila se presentó y ya nunca se fue. Creemos que debe haber seguido al patrullero (el policía que arrestó al dueño)», narró el subcomisario Juan José Martiní.
Detuvieron a su dueño y hace un año su perrita lo espera afuera de la comisaría https://t.co/UVPZbGrFAu pic.twitter.com/gobT8ms5oM
— Que Pasa Salta (@QuePasaSalta) June 14, 2019
El dueño tendrá que cumplir condena de tres años y medio en prisión por el asalto. Creen que Sheila vivirá ahí hasta que el amo recupere su libertad.
Los trabajadores admitieron que «la van a extrañar mucho” el día que se vaya, narró el medio local ‘QuePasaSalta’.
Incluso fue apodada como la «Hachiko de Argentina«, solo que con una historia menos honorable pero igual de intrigante.