Lo anterior ha sido una de las principales razones de que en la década reciente, el gasto anual en pensiones y jubilaciones de las dos empresas productivas del Estado se haya incrementado hasta representar hoy una erogación anual cercana a 120 mil millones de pesos, similar al presupuesto de un año de la Secretaría de la Defensa Nacional.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, la pensión promedio que reciben los aproximadamente 50 mil jubilados de la CFE es de 66 mil pesos; mientras que los poco más de 100 mil que tiene Pemex perciben una renta mensual de 23 mil pesos, también en promedio.
En contraste, de acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica, al cierre del primer semestre de 2021, un total de 14 mil 807 mexicanos comenzaron el trámite para jubilarse. Se trata de los primeros pensionados de la llamada generación Afore, mismos que recibirán pensión mínima garantizada de 4 mil 673 pesos mensuales. No obstante, tanto en Pemex como en la CFE también hay una fuerte disparidad, pues un puñado de ex empleados son los que disparan el promedio de las pensiones. De acuerdo con reportes de la Auditoría Superior de la Federación, algunos perciben rentas vitalicias de entre 100 mil y 300 mil pesos. Incluso hay quienes se acercan al medio millón de pesos mensuales.
El reporte más reciente de la ASF sobre el tema indica que 92.7 por ciento de los trabajadores de Pemex se retiró con una tasa de remplazo (pensión respecto al último salario) de entre 10 y 100 por ciento, mientras sólo 7.3 por ciento con una de entre 101 y 300 por ciento. Un trabajador del sistema Afore lo hará con una tasa de apenas 30 por ciento.
Según la auditoría, casi la mitad de los ex trabajadores petroleros tienen una pensión de entre 10 y 20 mil pesos; mientras que 3.5 por ciento –es decir, poco más de 3.5 de cada 100– perciben entre 60 y 200 mil pesos.
Hay reportes, de acuerdo con la misma ASF, de que en Pemex y CFE la pensión más alta que se ha otorgado ronda los 530 mil pesos; monto que sólo es superado por aquellas que otorgan entidades en proceso de liquidación, que llegan a 630 mil pesos. Está por encima de los 400 mil pesos de organismos autónomos y de los 300 mil de sociedades de crédito.
Se desborda el gasto
De acuerdo con datos del proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, para el siguiente año se propone que ambas entidades destinen 119 mil 709 millones de pesos para cubrir sus pasivos pensionarios, cifra superior a los 67 mil 32 millones que gastaron en el mismo rubro en 2012, es decir, un aumento de 80 por ciento.
La cifra que ambas gastarán el siguiente año en pensiones y jubilaciones es superior a los 104 mil 107 millones de pesos que se plantean asignar a la Secretaría de la Defensa Nacional, dependencia involucrada en varios de los proyectos y programas del gobierno.
En el caso de Pemex, según datos oficiales, su gasto pensionario de 2012 ascendió a 40 mil 575 millones de pesos, mientras que para 2022 la Secretaría de Hacienda propuso un monto de 69 mil 378 millones de pesos; es decir, un incremento de 70 por ciento.
En tanto, para la CFE se propone un desembolso de 50 mil 331 millones de pesos en 2022, que representa un aumento de 90 por ciento en comparación con los 26 mil 457 millones de pesos de una década atrás.
Las pensiones que reciben los ex trabajadores de estas dos empresas se consideran privilegiadas, pues están muy por encima del promedio nacional.
Para Jorge Sánchez Tello, director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros, las pensiones privilegiadas de Pemex y CFE no van de acuerdo con la realidad del país, dado que son prematuras y muy superiores a las que reciben la mayoría de mexicanos. Además de que son parte del legado de corrupción y malas administraciones de gobiernos pasados.
Desde su punto de vista, al aumento de 80 por ciento en el gasto en este rubro de la última década es consecuencia del mayor número de trabajadores que se han jubilado y porque en algunos casos los montos que se les paga aumenta; además de que se jubilan con 100 por ciento o más del último salario.
“Son pensiones completamente fuera de la realidad y sobre todo ha generado desigualdad con el resto de los trabajadores del país. Además en CFE se ha bajado la edad de jubilación, lo que implica un mayor impacto para las finanzas de la empresa”, puntualizó.
Después de varios meses de análisis en torno a la eventual regulación del litio, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el envío –en breve– de una iniciativa en la materia, posiblemente a la par de la propuesta de reforma de la industria eléctrica.
Sin dar detalles de los alcances de la propuesta, el mandatario informó en la conferencia de prensa matutina de ayer: “Acerca de lo del litio, se va a presentar la próxima semana, a más tardar, la iniciativa de reforma para la industria eléctrica y se analiza si en esa iniciativa se incluye lo del litio o se hace por separado; es lo que puedo comentarles”.
En otro tema, ante la reciente declaración del primer ministro británico, Boris Johnson, de pretender incorporar a su nación al T-MEC (México, Estados Unidos y Canadá), el mandatario mexicano se manifestó a favor de que este acuerdo se quede en los términos actuales, aunque señaló que cualquier decisión debe ser tomada en conjunto de los tres países involucrados, en particular frente a la coyuntura de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.
En ese contexto recordó que pese a las críticas, su gobierno insistió en avanzar en el T-MEC e incluso ir a ver al presidente Trump a Washington, bajo la certeza de que el acuerdo ayudaría mucho a México, como ya lo hace. “¿Por qué podemos ahora crecer a una tasa mayor de 6 por ciento? En buena medida por este tratado”, aseguró.
López Obrador propuso aprovechar la coyuntura para avanzar en la integración económica de América.
“Fíjense, si Reino Unido plantea que quiere asociarse, ¿por qué no nos unimos los países de América? Todas las ventajas que tenemos, el gran potencial de recursos naturales, la fuerza de trabajo creativa, joven de todos los países de América, el avance tecnológico, la capacidad de consumo, tenemos mucho mercado, por eso debemos que pensar también en la unión, en la integración económica en América”.
Subrayó que su intención no es actuar con protagonismo, sino “seguir ayudando donde haya conflicto y se nos pida intervenir, pero sea a solicitud de partes”.
En otro asunto, advirtió del aumento del número de presas a 100 por ciento de su capacidad “o más”, por lo que el problema no es la falta de agua sino ver la manera de evitar estragos por el exceso de líquido, “lo que queremos es que no haya agua en demasía”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]