Alrededor del minuto 9 del partido, una capa de humo llenó la cancha donde los jugadores se pasaban la pelota y al darse cuenta de que se trataba de gas lacrimógeno, comenzó a afectarles.
El partido fue suspendido, luego de que la seguridad del estadio mencionara que el gas lacrimógeno venía de las afueras del estadio, dónde cientos de aficionados discutian.
En las afueras había niños perdidos, golpeados y sin atención médica.
Incluso, el incidente dejó un aficionado muerto. César Regueiro, de 56 años de edad, quien falleció de un paro cardíaco en su traslado al hospital.
Aunque las autoridades de Argentina aseguraron que el hombre sufría problemas en el corazón, su hija desmintió el hecho y dijo que su padre murió «porque no lo atendieron».
La pelea ocurrió debido a que se vendieron entradas de más para el partido, lo que molestó a los aficionados que no pudieron entrar y provocaron estos fuertes incidentes.
A través de redes sociales fueron compartidos videos del momento exacto en el que comenzó el caos, además de fotografías de cientos de personas llorando y afectadas por el gas lacrimógeno que entró en sus ojos.