Somos demócratas, votantes y espectadores, cada vez más cerca a la cara de un escenario político donde la estrategia, comunicación y trabajo no paran desde sus propias bancas, a fin de persuadir a la ciudadanía; permítete observar esto como un juego de futbol, fácil de digerir; y aunque aún no llega la final de la cuenta regresiva para el inicio del partido, entramos a “la cascarita” los jugadores ya están detrás del balón.
Se sabe que las precampañas se han convertido en una arena de juego, donde todas y todos tienen sus propias posibilidades para realizar sus mejores jugadas, intercambiar chivatazos y hacer uno que otro coqueteo a los votantes. Sin embargo, el árbitro ya ha levantado algunas tarjetas para las principales posiciones de la cancha por sus truquillos anticipados, a pesar de ello, ¿quién no lo ha hecho?, de cualquier color, de cualquier equipo; a fin de cuentas, aproveche quien pueda, no encontramos a 15 de arrancar “formalmente”.
SALTANDO A NUEVOS Y VIEJOS HORIZONTES
Hablando del calentamiento para entrar a la cancha, también se avecina la temporada del buen fin, donde aprovechas todo lo que puedas; mientras que a otros no se les puede escapar ni una, sí, a quienes buscan titularse oficialmente como políticos.
El objetivo en mira ya no solo tiene enfoque en el convencimiento de los compatriotas en partidos, también se intenta ganar a los ciudadanos, por medio de la romántica oratoria y una que otra estrategia de imagen, el chiste es destacar en la antesala.
Ahora, no todo es atender al fin de la representación popular, de la misma manera se busca saciar el propio deseo, ideología u oportunidad; en un estado de necesidad se justifica “el chapulineo”, así que no se te haga raro ver a dirigentes de lo alto y de la casa, brincar ligeramente al suelo que prometieron nunca pisar, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda (tú ya les conoces). Pero bueno, ¿quiénes somos nosotros para juzgar?; Si te he visto, no me acuerdo.
LA REPRESENTACIÓN FUNCIONAL EQUITATIVA
Finalmente, en el mismo campo, pero desde diferente perspectiva, se muestra la paridad de género, un pilar fundamental en las próximas elecciones, tema que gusta a algunos y disgusta a otros cuantos. De las 9 posiciones a elegir para contender a las elecciones concernientes a entidades federativas del 2024, ya se ha declarado que al menos 5 sean representadas por mujeres, cuota que ya estableció el árbitro en juego; misma que deberán promover y respetar los diferentes equipos.
Hablar de paridad no es solo es referente de una normatividad ética, va más allá, es el reflejo de una sociedad que requiere progresar hacia la equidad de género. Dado que, si tocamos cifras ejemplares, se expone que un 22.7% de la Administración Pública Federal es ocupado por mujeres, con base en datos del INEGI. Es así, que ha llegado una oportunidad y prueba definitiva de la voluntad social, así como, de los partidos políticos para avanzar hacia una representación más equitativa de manera transversal; garantizando hacer valer la voz y opinión de las mujeres en los espacios políticos de toma de decisiones. Recuerda, somos demócratas, votantes y espectadoras, ocupando un poco más de la mitad de nuestro país, ¿te animas a seguir con el 50/50?
Redacción por Leticia de la Fuente