Según han informado activistas y medios internacionales, el felino fue asesinado por la propia pareja de origen canadiense que se dedica a la taxidermia y dedica buena parte de su tiempo libre a la caza.
En las imágenes que fueron subidas a redes sociales, puede verse también a una leona que habría muerto del mismo modo que el animal antes mencionado, dentro de un safari sudafricano diseñado para estos fines.
Al respecto, los activistas alertan sobe la creciente tendencia de la “caza enlatada”, canned hunt en inglés, que consiste en matar a animales que fueron criados en cautiverio y son en gran medida indefensos por las condiciones en las que viven.