Andrea llegó al exterior del hospital de vestido blanco, con su prometido enfundado en un traje azul, y ellos mismos montaron una mesa en la que colocaron bandejas con carnitas, sopa, frijoles, tortillas y pastel.
Con apoyo de familiares repartieron el menú y agua de jamaica que llevaron en un frasco vitrolero.
La pareja, de la comunidad Lo de Juárez, esperaba el 29 de marzo para hacer realidad su sueño de unir sus vidas luego de haber formalizado su unión civil.
Ante, la prohibición del gobierno de eventos masivos determinaron posponer el enlace cristiano, pero no el convivio.
Los novios decidieron seguir adelante con el servicio de alimentos contratado y, como si fueran al altar, se pusieron sus atuendos, escucharon música de enamorados, se abrazaron, atendieron al grito de»¡beso!» y felices, después del mediodía, repartieron la comida a las personas que estaban afuera del hospital.
«Nos cerraron el salón, cerraron todo, pero el señor nos dijo que ella son los invitados, esta es la fiesta que él quiere», dijo Gustavo.
El banquete estilo mexicano fue en especial para familiares de pacientes hospitalizados, enfermos que esperaban ser atendidos; también alcanzó para el personal de seguridad de la institución.
Andrea Negrete y Gustavo Fuentes transmitieron un video en sus redes sociales en el que escuchan música de un dueto con guitarra y acordeón, y otro más en el que se les ve repartiendo pastel.
La unión de los novios ante «Jesucristo» sigue pendiente, podría ser pasada la cuarentena.
Información de El Universal.