La ansiedad que causa la separación de padres e hijos, o matrimonios, está acumulando más presión sobre las familias que a menudo han realizado juntos peligrosos viajes a través de varios países para llegar a la frontera entre Estados Unidos y México. La pregunta que se hacen es: si se separan, ¿cuándo se reunirán?
«Es horrible, no se lo deseo a ninguna madre», dijo la migrante venezolana Jennifer Santiago, quien fue admitida en la frontera de Brownsville, Texas, hace 10 días, en una cita aparte a la de su hijo Derwin.
El joven de 15 años decidió entregarse en la frontera después de que Santiago, quien está embarazada, solo podía asegurar una cita de forma individual, relató la mujer.
Actualmente él permanece solo bajo custodia de autoridades en Estados Unidos.
La administración del presidente estadounidense, Joe Biden, logró que a través de la aplicación CBP One los migrantes pudieran solicitar asilo directamente, a mediados de enero, en su intento por promover una migración más ordenada y segura en la frontera.
Sin embargo, los desafíos para las familias han puestos nerviosos a algunos defensores de migrantes que recuerdan la separación de familias bajo el mandato del ex presidente republicano Donald Trump, fuertemente criticada por la administración del demócrata Biden.
El Departamento de Seguridad Nacional de ese país dijo que está «comprometido con la unidad familiar» y que más de la mitad de los beneficiarios han sido familias. Las actualizaciones recientes de la aplicación simplificarán y acelerarán el proceso para las familias, afirmó un portavoz.
Por lo pronto, las citas se llenan en minutos todos los días.
La saturación en el trámite ha provocado que sea más difícil encontrar espacios para citas familiares que para personas viajando solas, lo cual está alentando a los padres a registrarse de forma individual, esperando que sus cónyuges e hijos puedan unirse más tarde, con otra cita.
«Es extremadamente difícil, casi imposible, que algunas de las familias obtengan una cita conjunta», dijo Karla Vargas, una representante del Proyecto de Derechos Civiles de Texas.
«Estas son opciones muy difíciles».
La aplicación CBP One, que lleva el nombre del acrónimo de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), ofrece la única forma en la que migrantes pueden solicitar asilo sin ser devueltos a su país o México, es decir exceptuándolos de una política de la era del Covid-19 llamada Título 42, que ha restringido el acceso al asilo.
Un momento bastante duro
Alrededor de 22 mil migrantes recibieron excepciones al Título 42 y se les permitió ingresar a Estados Unidos a través de los puertos de entrada terrestre en enero, en línea con los últimos meses, incluidos casi la mitad que usó CBP uno una vez que el sistema entró en vigor.
Se espera que el Título 42 concluya en mayo, después de lo cual la Administración de Biden tiene como objetivo admitir a al menos 30 mil migrantes por mes, dijo un funcionario de Biden a Reuters.
En una mañana reciente en un refugio de Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos, migrantes se despertaron de madruga para utilizar la aplicación, un proceso que incluye escaneo de fotos selfies que provoca que el procesamiento sea lento.
Tan pronto como los espacios para las nuevas citas aparecieron a las 7 de la mañana, los migrantes tomaron sus teléfonos inteligentes ansiosos para iniciar su trámite.
«Es muy lento», se lamentó una consternada mujer.
A lo largo de la frontera, la frustración diaria de los mensajes de error, pantallas congeladas con un Internet lento, teléfonos obsoletos y confusión en torno al proceso de varios pasos siguen afectando.
Seis semanas de intentos fallidos para obtener una cita conjunta con su esposo y su hija de dos años, llevaron a Angeldry Galeno a la dolorosa elección de ir por separado a Estados Unidos.
Su esposo viajó solo para acudir a su cita a la ciudad fronteriza Nogales. El trámite está programado para el 3 de marzo.
«Me dijo, vamos a aprovechar la oportunidad (…) por lo menos uno de los dos estará de aquel lado», comentó Galeno.