Ningún país podrá resolver este problema por sí solo hasta que tengamos la vacuna, que sería una herramienta vital y esperamos tenerla lo antes posible, pero no hay ninguna garantía de que la vayamos a tener, e incluso si la tenemos no va a poner fin a la pandemia por sí sola», ha advertido este viernes en rueda de prensa.
En este sentido, ha instado a todos los países a «aprender a controlar y manejar este virus usando las herramientas actuales», y a «hacer los ajustes en la vida diaria que son necesarios para mantenerse a salvo». Así, ha reivindicado la necesidad de aprender a vivir con el virus, ya que los confinamientos «no son una solución a largo plazo para ningún país».
No debemos elegir entre la salud y la economía, es una elección falsa. Al contrario, la pandemia de COVID-19 nos recuerda que la salud y la economía son inseparables», ha argumentado, llamando a aprovechar esta situación para mejorar el problema del cambio climático. «La pandemia nos ha permitido imaginar cómo sería el mundo con cielos y ríos muchos más limpios», ha proclamado.
Al respecto, Tedros ha añadido que la crisis del COVID-19 es «también una oportunidad para cambiar el mundo en el que van a vivir nuestros hijos», poniendo el ejemplo de España como «una de las naciones que más rápido se está descarbonizando» para hacer frente al reto mundial del cambio climático.
Tedros también se ha pronunciado sobre los rebrotes que están sufriendo algunos países como España: «Varios países se enfrentan ahora a nuevos brotes tras un largo periodo casi sin ninguna transmisión. Estos países llaman la atención a otros que ahora están registrando una reducción en el número de casos. El progreso no significa victoria. Es vital detectar rápidamente los brotes para evitar la transmisión comunitaria».
Por otra parte, Tedros ha valorado la situación del brote de ébola en el oeste de República Democrática del Congo, que ya alcanza el centenar de casos.
Actualmente hay un retraso de unos 5 días desde el inicio de los síntomas hasta que se produce una alerta sobre un supuesto caso de ébola. Esto es preocupante, porque cuanto más tiempo pase un paciente con ébola sin tratamiento, menores serán sus posibilidades de supervivencia y más tiempo podrá el virus propagarse sin ser visto en las comunidades», ha lamentado.
Asimismo, ha indicado que la situación «se ha complicado aún más por la huelga de los trabajadores de la salud, que está afectando a las actividades, incluyendo la vacunación y los entierros seguros».
Esta situación debe ser resuelta lo más rápido posible. El gobierno de República Democrática del Congo ha desarrollado un plan que necesita unos 40 millones de dólares. Instamos a los socios a apoyar este plan. Sigue habiendo una necesidad urgente de aumentar los recursos humanos y la capacidad logística para apoyar una respuesta eficaz del ébola en una zona geográfica cada vez más extensa, y para ayudar a los funcionarios de salud a identificar antes los casos», ha concluido.