El servicio del coyotaje hacia Estados Unidos ha evolucionado hasta ofrecer paquetes VIP, que desde Asia pueden llegar a costar hasta 60 mil dólares por persona.

Lo anterior, de acuerdo con el informe Perfiles y modos de operación de personas facilitadoras del tráfico ilícito de migrantes en América Central, México y República Dominicana, realizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

“El tráfico ilícito de personas migrantes (TIM) puede adoptar diversas modalidades, desde acciones realizadas por personas de forma independiente hasta organizaciones complejas conformadas por grupos criminales. Asimismo, los roles y el número de participantes varían considerablemente y las personas involucradas no necesariamente se conocen entre sí”, señala el informe internacional.

Aunque la naturaleza ilícita y clandestina del TIM imposibilita obtener datos precisos sobre la cantidad de personas involucradas tanto en la facilitación como en la contratación de estos servicios, existen distintos perfiles en actividades a mediana o gran escala, así como sus estructuras y modos de operación. Algunos traficantes incluso dan indicaciones a sus clientes a través de aplicaciones de mensajería, hora y geolocalización, sin acompañamiento presencial en la ruta; así se exponen a menos riesgos de ser incautados.

Estructura del TIM

De acuerdo con el informe de la OIM, la estructura base de las redes de tráfico ilícito de personas migrantes en la región América Central, México y República Dominicana está compuesta por el líder, quien se encuentra a la cabeza; seguido del guía, ‘coyote’, ‘pollero’ o primo, quien se encarga de las tareas relacionadas con el cruce irregular.

Pero también existen los enganchadores o reclutadores, quienes se encargan de atraer a personas migrantes ofreciendo los servicios relacionados con el TIM. Generalmente operan en las afueras de las terminales de autobuses o de las cercanías de albergues.

Están además los ‘monitores’, también conocidos como ‘banderines’, ‘halcones’ o ‘campanas’, quienes se encargan de monitorear y brindar alertas sobre el movimiento de los cuerpos policiales y militares, así como alertar sobre la presencia de cualquier persona ajena a la comunidad o red.

Y existen los encargados de servicios básicos, quienes se encargan de que los migrantes cuenten con alojamiento, alimentación, cambio de divisas, Internet, entre otros servicios que se brindan según el pago que haya realizado la persona migrante.

Generalmente se trata de operaciones transnacionales con vínculos al crimen organizado, logran organizar viajes de TIM sofisticados que incluyen el movimiento de personas por varios países o regiones, combinando múltiples medios de transporte, como avión, barco y automóvil, y en algunas ocasiones usando documentos falsificados o fraudulentos. 

Paquetes ofrecidos

“Los servicios de facilitación del TIM pueden ser proporcionados de manera esporádica por un solo individuo de la comunidad que ofrece un servicio puntual o pueden formar parte de un complejo engranaje coordinado por una red más amplia. En este último caso, se ha identificado la creación de paquetes, incluyendo una serie de servicios incorporados que suelen ser manejados por redes grandes y medianas vinculadas al crimen organizado”, indica el informe.

Entre los paquetes que ofrecen los traficantes a los migrantes se encuentran el VIP, el intermedio y el económico. El VIP incluye pasajes aéreos, transporte terrestre (generalmente en automóviles), hospedaje en hoteles y alimentación durante todo el trayecto hacia la frontera sur de los Estados Unidos. En algunos casos este servicio también incluye la falsificación de documentos.

El costo por el paquete VIP depende del lugar de procedencia, desde África o Asia, de donde las personas suelen ser trasladadas a Sudamérica y luego suben el continente hasta Estados Unidos, los costos van desde los 40 mil hasta los 60 mil dólares; mientras que desde Venezuela o República Dominicana el costo promedio por persona es de 20 mil dólares, desde Cuba 16 mil, desde el sur de México 15 mil y desde Guatemala o Belice 18 mil dólares.

El paquete intermedio incluye los servicios de transporte terrestre a través de distancias medias, en autobús, y el paso de la frontera hacia Estados Unidos por puntos informales. El costo desde Centroamérica en promedio es de 12 mil a 15 mil dólares, aunque a veces suele ser por pequeños tramos. Por ejemplo, de República Dominicana a Puerto Rico tiene un costo de 800 a mil dólares; de ciudad de Guatemala al sur de México 2 mil dólares; de Melchor de Mencos, Guatemala, al sur de México el costo promedio es de 300 dólares; o de la Ciudad de México a Piedras Negras es de 5 mil dólares. 

Costos por trayecto

Y el cruce por puntos informales en motocicleta, lancha, camión de carga o caminando desde Centroamérica hasta la frontera norte de México es de un promedio de 7 mil dólares. Aunque también cuentan con costos por trayectos, como el paso por la selva del Darién por 140 a 350 dólares, el paso fronterizo Corinto de Honduras a Guatemala por 20 a 30 dólares, el paso fronterizo de Guatemala a México por 25 a 40 dólares, o el cruce de la frontera norte de México a la frontera sur de Estados Unidos por cifras de 2 mil 500 a 5 mil 200 dólares. 

Según entrevistas realizadas por la OIM a personas migrantes, también es posible contratar otros servicios de forma independiente, por ejemplo, el servicio de maletero ofrecido en la zona del Parque Nacional Darién, en Panamá; el de alquiler de botas de hule para el cruce fronterizo de Las Tablillas, en Costa Rica, o la venta de suplementos para el cruce del desierto en las cercanías de los desiertos de Sonora y Chihuahua, en México. 

Las personas que no adquieren un paquete también pueden contratar de manera independiente servicios como hospedaje, alimentación, lavado de pies, alquiler de duchas, interpretación, cambio de divisas y alquiler de redes WiFi, los cuales son ofrecidos en varias comunidades a lo largo de la ruta migratoria desde Panamá hasta a la frontera norte de México, indica el documento. 

Rutas identificadas

En México, ingresan rutas que abarcan medios marítimos, aéreos y terrestres. La entrada terrestre desde Guatemala se identificó por Tenosique en el estado de Tabasco y por Tapachula en el estado de Chiapas. Existe una ruta marítima proveniente de Guatemala que ingresa por Salina Cruz en el estado de Oaxaca. Desde Belice se ingresa de forma terrestre por el estado de Quintana Roo. 

La OIM destaca tres importantes puntos de cruce terrestre hacia los Estados Unidos de América. El primero se encuentra en el estado de Baja California, donde se sitúan Tijuana, Mexicali y puntos aledaños al desierto de Sonora. 

El segundo es el estado de Chihuahua, en donde se encuentra Ciudad Juárez, junto con numerosos puntos de cruce no oficiales en el desierto de Chihuahua. 

Y en tercer lugar, se encuentran los puntos ubicados en la frontera de los estados de Tamaulipas y Nuevo León, cerca del Río Bravo, mientras que otra ruta marítima de salida a los Estados Unidos de América se da por el estado de Tamaulipas, específicamente a través de Matamoros.

“La elección de cualquiera de estas rutas migratorias depende de tres factores principales: el país desde donde se inicia el tránsito migratorio, la disponibilidad de recursos económicos y los requisitos de visado según la nacionalidad de la persona migrante. Particularmente en el caso de personas migrantes extrarregionales y extracontinentales, muchas rutas se dirigen hacia países de Sudamérica con destino a incorporarse a la ruta terrestre, debido a que en algunos de estos países no se requiere una visa a determinadas nacionalidades, lo que permite un acceso de manera regular a través de estos países mediante viajes aéreos o marítimos”, indica el informe. 

Otros factores que influyen en la variación de estas rutas son el clima y la presencia de autoridades policiales y migratorias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *