El cirujano bariatra con especialidad en cirugía metabólica, sostuvo que los casos de obesidad en el estado van en crecimiento. Cifras de la Secretaría de Salud revelan que en 2020, Chihuahua se ubicó en cuarto lugar a nivel nacional al ser diagnosticados aproximadamente 17 mil 700 chihuahuenses con obesidad, mientras que en 2021 la cifra se elevó a 23 mil 350 nuevos casos.
Para en 2023, de acuerdo con el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud, alrededor de 31 mil personas en el estado fueron detectadas con obesidad.
El Director de Obesity Center Chihuahua atribuyó el crecimiento de los casos al que los chihuahuense han adoptado patrones alimenticios similares a Estados Unidos, país que ocupa el primer lugar global en obesidad.
La obesidad, explicó, se define como un acúmulo de grasa en el organismo, que lo normal en hombres es de 8 al 16% de grasa y en las mujeres del 15 al 21%.
El problema, dijo, es cuando se presenta un exceso de grasa, pues afecta el funcionamiento de órganos como el páncreas, el hígado y los riñones.
“El que la grasa provoca el mal funcionamiento de muchos órganos, es un hecho demostrado mediamente”, subrayó.
A nivel nacional, el 70% de las personas tiene un grado de sobrepeso u obesidad y aproximadamente el 90% de los casos de diabetes son atribuidos a la obesidad.
Al ser la obesidad una enfermedad, mencionó, se debe tatar como tal, pues aún existen personas que lo observan como un tema estético y señalan que así se aceptan y valoran.
“Si no afectara algunos órganos, que sólo fuera una situación estética, los médicos estarían de acuerdo con esta aseveración, sin embargo, la obesidad es una enfermedad progresiva”, dijo.
Indicó Argüelles Sarmiento que con la cirugía se detiene su progreso y se remite la enfermedad.
En este sentido, señaló que cada vez hay mayor conocimiento de los beneficios de la cirugía de obesidad. El 60% de los pacientes que se someten a esta cirugía en la entidad son procedentes de Estados Unidos, mientras que sólo el 30% son pacientes locales.
Destacó el especialista que actualmente la cirugía de obesidad es muy segura, “tan segura, que las posibilidades de una complicación son muy bajas, menos del 0.5%, sin embargo, el paciente obeso que no tiene una pérdida de peso, el porcentaje incluso de mortalidad es del 6.17%, lo que quiere decir que es más peligroso no operase, que hacerlo”, subrayó.