Ciudad de México.- Debido a la llegada de polvo del Sahara a la Península de Yucatán, no se pronostica para los próximos siete días la formación de ciclones tropicales en el Océano Atlántico, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

En entrevista con Excélsior, Elizabeth Ramos, meteoróloga del SMN, explicó que el polvo del Sahara genera el enfriamiento de la superficie del mar, lo que inhibe la formación de nuevos sistemas, porque se trata de grandes extensiones de aire seco.

«Uno de los factores que ayuda a que no haya ninguna formación de ciclón en lo que es el Mar Caribe, el Océano Atlántico, es precisamente el polvo del Sahara», comentó.

De acuerdo al SMN, desde el viernes y durante todo el fin de semana, una nube de polvo del Sahara cubrirá Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán, con concentraciones de bajas a moderadas, para posteriormente desplazarse hacia el sureste de Estados Unidos.

De acuerdo con los análisis de modelos numéricos y de imágenes de satélite, se pronostica que el martes 14 de junio arribe una nueva pluma de polvo del Sahara a la región en concentraciones similares.

«Los principales efectos del polvo del Sahara son atardeceres y amaneceres con tonalidades rojizas, debido a la interacción de los rayos solares con las partículas», subrayó.

El polvo del Sahara se desprende desde la región del Sahel, en el desierto de Sahara, y es común que se desarrolle cada año durante la primavera y el verano, cuando se registran altas temperaturas y bajas presiones, condiciones que generan desprendimientos de aire cálido y polvo que viaja por el Océano Atlántico, llega a la Península de Yucatán y la región oriente de México, y de ahí se mueve hacia el sureste de Estados Unidos.

 

Cambio Climático

De acuerdo con Copernicus, que es el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, las condiciones de sequía y la desertificación asociadas con el calentamiento global aumentarán las cantidades de polvo disponibles en los próximos años.

«Algunos estudios predicen que los cambios en las condiciones atmosféricas darán lugar a episodios de polvos del Sahara menos frecuentes, pero más intensos», indicó.

Dependiendo de la concentración y la altitud, los polvos del Sahara pueden tener un impacto significativo sobre la calidad del aire en la superficie y la salud humana.

«Las nubes de polvo a nivel superficial traen partículas, gruesas y finas, empeorando la calidad del aire y planteando riesgos respiratorios o incluso cardiovasculares», advirtió.

Además, la pluma transporta microorganismos, incluidos patógenos, aunque no hay evidencia de enfermedades infecciosas humanas causadas por esta condición.

Los vínculos entre las tormentas de polvo y el aumento de la incidencia de meningitis bacteriana en áreas como el Sahel están bien documentados, pero se cree que está relacionada con sus efectos irritantes para el sistema respiratorio más bien para las condiciones climáticas, más que con el transporte de patógenos.

El Sahel abarca 10 países de África: Senegal, Gambia, Mauritania, Guinea, Malí, Burkina Faso, Níger, Chad, Camerún y Nigeria.

Uno de los ejemplos más llamativos de enfermedades relacionadas con el polvo es la Fiebre del Valle, una infección causada por la inhalación de un hongo endémico del suroeste de Estados Unidos, México, América Central y América del Sur, que ocasiona aumento de temperatura corporal, tos y cansancio, pero que «no está vinculada con el transporte a larga distancia, ya que su incidencia permanece cerca de la fuente de polvo».

Los casos leves de Fiebre del Valle, generalmente, se curan por sí solos. En los casos más graves, los médicos tratan la infección con medicamentos antimicóticos.

También se sabe que, dependiendo del origen del transporte, el polvo del Sahara a veces lleva partículas radiactivas, en parte debido a los ensayos nucleares franceses en Argelia en los años 70, pero en niveles de concentración no considerados perjudiciales para la salud o el medio ambiente.

 

Godzilla

Los episodios más importantes de nubes de polvo del Sahara, se registraron en febrero de 2020, cuando una enorme pluma envolvió a las Islas Canarias, lo que provocó el caos por la cancelación de vuelos comerciales para miles de locales y turistas.

En junio de 2020, el transporte de polvo del Sahara, apodado Godzilla, llegó al Caribe y al Golfo de México con concentraciones excepcionales.

A finales de febrero de 2021, importantes cantidades de polvo del Sahara llegaron a los Alpes, volviendo la nieve de color naranja.

El transporte de marzo de 2022 sobre Europa batió récords en concentraciones máximas en el sur de España. La nube llegó hasta Escandinavia los días siguientes.

 

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