«Nunca pensé estar en esta situación, no le debo nada a nadie y quiero que todos sepan la verdad y más que todo porque el señor (padre de Debanhi) hace una acusación grave, me acusa de acoso y en ningún momento la acosé».
«El señor dice muchas cosas, pero él no estuvo ahí, no conoce la verdad», señaló el chofer.
Entrevistado por una televisora local, Cuéllar relató que el primer contacto con Debanhi y sus dos amigas fue luego de que lo contactaron a través de la aplicación Didi para que las recogiera en una casa ubicada en San Nicolás.
Mencionó que el viaje era muy corto, a tres cuadras de la plaza principal nicolaíta, pero como no encontraron a una amiga, le pidieron que las llevara a la zona donde se ubican varias quintas, por la delegación de la FGR, en Escobedo.
Ahí le pidieron su teléfono para que más tarde pasara por ellas y las llevara de regreso a sus domicilios, en un servicio fuera de la aplicación Didi, a lo que él accedió.
Recordó que alrededor de las 4:00 horas del 9 de abril le mandaron un mensaje para que pasara por ellas, pero sólo subió Debanhi.
Las amigas de la joven la subieron en la parte trasera del taxi de Cuéllar, mientras que ellas se retiraron en otro vehículo con unos jóvenes habían conocido en una fiesta.
Juan David aseguró que Debanhi estaba molesta con sus amigas porque no la habían querido llevar, le pidió un cable para cargar su celular y luego ella se pasó hacia el asiento delantero del auto.
El chofer aseguró que la joven se negaba a darle su dirección para llevarla a su casa, por lo que les preguntó a las amigas de Debanhi dónde vivía, y ellas le pasaron la ubicación.
Cuéllar mencionó que la joven le pidió que detuviera el vehículo, pero él le dijo que no podía dejarla ahí, por lo que ella le dijo que la dejara en otra quinta donde había una fiesta.
«Yo pensando que iba a vomitar, en ningún momento pensé que ella se iba a bajar, se baja y ahí es donde yo tomo las fotografías, le aviso a sus amigas que se bajó», detalló.
«Yo duro tres minutos parado por si ella se regresa, se arrepiente, no sé, ella nunca volteó y yo lo que hice fue seguir, dije ‘no puedo hacer nada'».
Juan David aseguró que Debanhi no se encontraba bien.
«La chava no estaba en sus cinco sentidos, eso sí lo puedo decir por las palabras, no hilaba las oraciones, no tenía plática concisa».
«Grabé un audio donde hablaba cosas que ni siquiera habíamos platicado, yo no la conocía, me decía cosas que no concordaba con lo que estábamos diciendo».
El chofer aseguró que intentó contactar a la mamá de Debanhi, pero que sus amigas no quisieron darle el teléfono.
Juan David reiteró que su intención fue ayudarla y que está a disposición de la Fiscalía General para colaborar en las investigaciones.