A la mañana siguiente de ese 15 de noviembre, en el que Sydney -de 24 años- había tenido una cita con una mujer de nombre Audrey, la joven no se presentó a trabajar y no respondía a los mensajes de sus padres, por lo que fueron a su departamento. Ahí encontraron a la gatita de Sydney sin comida, por lo que supieron de inmediato que algo no estaba bien y lo reportaron a la policía, reportó el medio Mirror.
La última vez que el teléfono de Sydney estuvo encendido fue en la localidad de Wilber, Nebraska, a unos 35 kilómetros de Lincoln, ciudad en donde la joven trabajaba en una ferretería, mismo sitio en el que se tomó la foto que subió a redes.
Las autoridades se centraron en Audrey, de quien rastrearon su celular después de hablar con ella a través de Tinder. Ella dijo que sí había salido con Sydney, pero que la había dejado en casa de un amigo, ubicación que no pudo recordar.
Pese a su versión, la policía no perdió pista de Audrey, de quien se descubrió que su nombre real era Bailey Boswell, una mujer de 23 años que mantenía una relación con un hombre de 51 años de nombre Aubrey Trail.
Las autoridades encontraron que Boswell había estado ocupando un celular para mandar mensajes tanto a Sydney como Trail, por lo que los tres teléfonos condujeron a la policía a 100 kilómetros al oeste de Wilber, donde finalmente fue encontrado el cuerpo de Sydney.
La causa de muerte fue establecida como asfixia y Sydney opuso resistencia en sus últimos momentos. Debido a las investigaciones, que arrojaron que tenía moretones en las muñecas, en la parte posterior de la cabeza y en el interior de los muslos, se señaló que Sydney había sido sujetada antes de asesinarla.
La policía pudo confirmar que Boswell y Trail eran una pareja inquietante. Disfrutaba del sexo en grupo con otras mujeres que conocieron a través de Tinder y él les contaba historias sobre cómo “ganar poder” matando gente.
El día de la cita con Sydney, ambos fueron vistos por cámaras de vigilancia saliendo y entrando de un lugar donde compararon herramientas que utilizaron para desmembrar a Sydney (así fue encontrado su cuerpo).
Las autoridades señalaron que la pareja de Boswell y Trail incluso ya había planeado matar a alguien antes de encontrar a Sydney en Tinder, a quien eligieron por vivir a 240 kilómetros de sus padres, esperando que su desaparición no se notara.
La pareja fue detenida en 2018 acusada del asesinato de la joven y desde que comenzó el juicio Trail mintió en repetidas ocasiones, dando declaraciones diferentes a los medios, sus abogados y en la sala durante el juicio en 2020.
Aunque la defensa de Trail dijo que Sydney había aceptado ser filmada haciendo “asfixia sexual” a cambio de dinero, fue el propio hombre quien terminó admitiendo que eso también era mentira, que eso lo había inventado para confundir a los investigadores.
“Sólo estábamos yo, Bailey y Sydney la noche que Sydney murió. No había otras dos chicas allí. No se pagaron 15 mil dólares por una fantasía sexual”, dijo Aubrey.
Trail aseguró que el asesinato de Sydney no fue planeado, sino que ella había sido atraída al departamento de Boswell y ahí había “enloquecido”. Trail reveló que tanto Boswell como él esperaban que la joven se uniera a su red sexual y de actividades delictivas, pero al negarse fue asesinada para “proteger” su estilo de vida.
El “estilo” de vida al que se refería Trail fue descubierto por las autoridades después de que tres mujeres testificaran que fueron atraídas al culto sexual de Boswell y Trail a través de Tinder entre junio y noviembre de 2017.
Las mujeres mantenían relaciones sexuales con Trail y Boswell a cambio de una paga, además de ayudarlos a realizar estafas en el negocio de las antigüedades.
En dicho culto había reglas para mantener comunicación con Trail y si se rompían las mujeres eran abofeteadas o ahorcadas con un cinturón y, cuando una mujer logró salir de la secta, fue amenazada de que su familia sería asesinada si se lo contaba a alguien.
En junio de 2021, Trail admitió que había matado a Sydney, pero aseguró que no había sido de manera premeditada, aunque los jueces establecieron que el hombre había mostrado un nivel de planificación “frío y calculado” y que incluso había bromeado con el hecho de que había bebido la sangre de la joven.
La pareja fue declara culpable de asesinato en primer grado y conspiración criminal para cometer un asesinato, por lo que Bailey Boswell y Aubrey Trail fueron sentenciados a pena de muerte.
“No diré que lo siento, ya que sería un insulto para ustedes después de lo que les hice pasar. Y no voy a pedir perdón porque no creo que exista tal cosa. He hecho cosas terribles en mi vida, pero esto es lo único que he hecho de lo que me arrepiento de verdad”, dijo Trail a la familia de Sydney durante la sesión en que conoció su sentencia.