La migrante hondureña de 26 años murió con su hijo Iker Gael Córdova Herrera, de 21 meses de edad, publicó el Diario NY.
Sus cuerpos fueron recuperados la semana pasada en un área cerca de San Felipe Creek en el condado Val Verde, Texas, después de una “búsqueda intensiva” por aire y agua, según un portavoz de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos.
Jerez dijo que ambos habían ingresado recientemente a EU, donde la madre hizo una solicitud de asilo, pero fueron enviados a Matamoros (México) para esperar una audiencia en la corte de inmigración.
La madre y el niño estaban en proceso de ser repatriados a Honduras, dijeron las autoridades.
Herrera Hernández y su hijo durmieron en las calles y refugios en Matamoros durante semanas, dijeron su esposo y cuñado a Univision y WUVG.
La semana pasada, Herrera Hernández le dijo vía mensajes de texto a su esposo Elmer Córdova que se sentía asustada y nerviosa por cruzar el Río Grande.
Córdova dijo que él y sus hijas mayores se mudaron a Carolina del Norte a principios de este año. Su esposa e hijo intentaban unirse a ellos.
Miles de solicitantes de asilo se han visto obligados a esperar en México mientras sus casos se evalúan en EU, bajo el programa de Protocolos de Protección de Migrantes, conocido informalmente como “Permanecer en México”.