El aparato de la compañía Manang Air salió el martes desde cerca de Lukla, el punto de entrada para las expediciones para subir al Everest, y se dirigía a la capital, Katmandú, con los cinco viajeros, dos hombres y tres mujeres.
Las víctimas fueron identificadas como Fernando Sifuentes, Abric González, Luz González Olacio, María José Sifuentes, e Ismael Rincón; el piloto nepalí era C.B. Gurung, según la compañía turística.
De forma preliminar se informó que los mexicanos fallecidos eran familiares.
El helicóptero perdió el contacto ocho minutos después de despegar, dijo la Autoridad de Aviación Civil de Nepal (CAAN) en un comunicado.
Las condiciones meteorológicas habían provocado cambios en la ruta de vuelo, señaló un funcionario de aeropuerto Sagar Kadel.
«Los habitantes y la policía en el lugar informan que los seis cuerpos han sido recuperados», dijo a la AFP Pratap Babu Tiwari, el director del aeropuerto internacional de Tribhuvan.
Dos helicópteros y varios equipos terrestres fueron desplegados para una misión de búsqueda y rescate pero no pudieron aterrizar cerca del lugar del accidente debido al clima.
«Los cuerpos están siendo desplazados por vía terrestre a los helicópteros para que puedan ser transportados a Katmandú», dijo Tiwari.
Lhakpa Sherpa, un residente de la zona que se unió a los esfuerzos de búsqueda y rescate, dijo que el lugar del accidente es «muy aterrador».
«Parece que el helicóptero chocó primero con un árbol y luego se estrelló contra el suelo. Dejó un pequeño agujero en el suelo», dijo.
El Primer Ministro Pushpa Kamal Dahal expresó su «dolor» por el accidente, dijo su oficina en Twitter, mientras que la Embajada de México en India indicó en la misma red social que está «en continua comunicación y trabajando con las autoridades de Nepal en relación al trágico accidente».
Las demoras y los cambios de ruta en los vuelos cerca del Everest son frecuentes durante las fuertes lluvias de la temporada del monzón.
La temporada turística y de escalada terminó en mayo con el comienzo de la temporada de lluvias, y los vuelos turísticos a las montañas no son habituales en esta época del año porque la visibilidad es mala y las condiciones meteorológicas son impredecibles.
Problemas de seguridad aérea
Nepal tiene una industria de helicópteros privados en auge que transporta turistas y mercancías a rincones remotos del Himalaya, donde el acceso por carretera es limitado o inexistente.
Pero el país es conocido por su escasa seguridad aérea. Además, tiene algunas de las pistas de aviación más remotas y difíciles del mundo, flanqueadas por picos nevados que representan un importante desafío incluso para pilotos consumados.
El sector de la aviación de Nepal también se ha visto afectado por la falta de entrenamiento de los pilotos y los problemas de mantenimiento.
El incidente de este martes es el último de una serie de percances de aviación en la región. En mayo, una persona murió y cuatro resultaron heridas cuando un helicóptero se estrelló en el este de Nepal después de dejar mercancías para un proyecto hidroeléctrico.
Cuatro meses antes, un accidente aéreo en el oeste del país mató a 72 personas, entre ellas una argentina. El avión, de la compañía Yeti Airlines, se desplomó en un desfiladero, se rompió en pedazos y estalló en llamas cuando se acercaba a la ciudad de Pokhara (centro).
En 2018, un avión de US-Bangla Airlines se estrelló cerca del aeropuerto internacional de Katmandú, conocido por su dificultad, matando a 51 personas e hiriendo gravemente a 20.
En 1992, en el accidente aéreo más mortífero de Nepal, 167 personas murieron cuando un avión de Pakistan International Airlines se estrelló al acercarse al aeropuerto de Katmandú.
Solo dos meses antes, un avión de Thai Airways se había estrellado cerca del mismo aeropuerto, matando a 113 personas.
La Unión Europea ha prohibido la entrada en su espacio aéreo de todas las compañías aéreas nepalíes por motivos de seguridad.