Exámenes practicados por veterinarios determinaron que los animales presentaban niveles tóxicos de arsénico en la sangre.
Esto concuerda con los análisis del agua que hizo también la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS), y que arrojan altos niveles de este elemento en el agua de la zona.
Los ejidatarios ganaderos afectados aseguraron que detrás de esta problemática está la mina Los Gatos, que desde hace un año se instaló para extraer plata de esta zona. Explicaron que para sus procesos utilizan hasta 60 pozos que abrieron, según información extraoficial de trabajadores.
Por ello, denunciaron que la mina está acabando con los mantos acuíferos al mismo tiempo que envenena el agua, causando así una crisis ambiental que ha afectado la actividad ganadera por la falta de agua.
La situación es considerada atípica en las más de 5 mil hectáreas que comprende el citado rancho, por lo que negaron que se trate de los efectos de la sequía.
Las reses comenzaron a morir de manera sorpresiva para los encargados del lugar, quienes mostraron evidencia de cómo las vacas sufrían de engarrotamientos y caían sin vida en distintos lugares.
Tras estos hechos, se realizaron pruebas veterinarias al ganado por parte de Saarka Nutrición y Tecnología, S.A. de C.V., que arrojaron presencia de arsénico a niveles tóxicos en la sangre de los animales, y cuyos síntomas de envenenamiento se traducían en parálisis parcial, debilidad, diarrea con sangre, depresión, pérdida de apetito, convulsiones, hemorragias internas, fiebre, deshidratación, polidipsia y muerte repentina, que los dueños del ganado vincularon de inmediato con el comportamiento que sufrieron los animales antes de perder la vida, el primero de ellos hace tres meses. Asimismo presentaron evidencia de la muerte de un caballo que expulsó los intestinos por el recto al momento de la muerte.
Según declaraciones extraoficiales, la mina tiene activos alrededor de 62 pozos perforados para la extracción del agua, de los cuales se pudieron constatar varios de ellos en las instalaciones de la propia empresa, e incluso el uso de fuentes decorativas.
Se especula que buscarán abrir hasta 80 pozos, información que sin embargo no fue confirmada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a pesar de la solicitud de El Diario de Chihuahua.
Por esta razón, al menos tres ranchos gaganaderos que se encuentran en la región y que no vendieron sus terrenos a la mina están siendo afectados al perder el recurso hídrico que proviene de los mantos acuíferos y que aseguran la minera Los Gatos está sobreexplotando, e incluso contaminando.
“Algunos ranchos no se prestaron para abrir las minas, es lógico que la mina se va a llevar el agua, y estos ranchos qué valen sin agua. Antes este rancho tenía más de 2 mil cabezas y nunca faltó el agua.
Ahorita tengo 435 cabezas y no acompletaba el agua. Llegaba y las vacas a brame y brame por la sed, y yo corría para allá y ellas tras de mí y una lloradera. Ya lloraba yo junto con ellas, te desesperas.
Te están pidiendo auxilio pero no salía agua por ningún lado, ya no sabía qué hacer; el ojo vacío, las pilas vacías, los arroyos secos. Pero luego nos cayó esto de que se empezaron a morir, entonces es una crisis que ya se salió de control”, comentó uno de los trabajadores del rancho El Aguaje.
Varias de las vacas que en anteriores años fueron incluso reconocidas por la Unión Ganadera como de los mejores ejemplares en el estado ahora son cadáveres en los pastos luego de esta crisis ambiental.
El poco líquido que se obtiene del ojo de agua tiene el más bajo nivel en muchos años. En pruebas realizadas por la JCAS a través de su departamento de calidad del agua, el pasado mes de mayo, en esta zona se encontró que los niveles de arsénico estaban muy por encima de la normal, por lo que los civiles que viven en los ranchos dejaron de consumir el líquido.
Según información oficial el proyecto de la mina Los Gatos pertenece en un 70 por ciento a la compañía norteamericana de plata con sede en Arizona Sunshine Silver Mining and Refining, y en un 30 por ciento a la compañía japonesa Dowa Metals & Mining, que trabajan en conjunto en el cinturón de la plata del corazón de México, formando así la alianza Minera Plata Real, S. de R.L. de C.V. El proyecto inició en el año 2008 y tras tramitar los permisos, la compra de los terrenos a los ejidatarios locales, así como los estudios pertinentes inició operaciones en el 2018. Se pretende que la mina tenga una vida útil de hasta 11 años para producir 5.2 millones de onzas de plata, 50 millones de libras de zinc y 37 millones de libras de plomo por año.
La llegada de este proyecto al municipio de Satevó representa una fuerte derrama económica y la creación de nuevas plazas, pues actualmente es el empleador más dominante en la región.
Sin embargo, los ejidatarios afectados lamentaron que tras el cierre de la mina, la zona, antes rica en ganado por su agua y pastos, se convierta en una zona desértica. Actualmente los dueños del rancho
El Aguaje iniciarán un proceso legal para que se apliquen mejores controles a la mina, -la cual apenas está construyendo una gigantesca “presa de jales” en la cual almacenar los desechos tóxicos-; asimismo, buscan la restitución del daño y evitar la sobreexplotación de los mantos acuíferos de la zona con el fin de continuar con la actividad ganadera propia de la región.
Asimismo, denunciaron que en el sitio se encuentra una veta de oro que ya tiene su registro y que no permitirán que sea explotada, pues según dijo la encargada del rancho no le interesan los minerales, sino la preservación de su ganado, del agua y de las áreas verdes de su territorio.