La turba trató derribar la reja por lo que la Guardia Nacional les lanzó el gas para contenerlos. En el grupo de personas se encontraban mujeres, hombres, niños y ancianos, quienes desde la víspera esperaban al resto de la caravana que partió el 15 de enero desde honduras hacia México.
Hasta el momento la situación es tensa, ya que los migrantes amenazan con entrar a México sin papeles y continuar su camino hacia la frontera norte con Estados Unidos, ya que no les interesa trabajar en el sureste de México.