La supremacía del futbol centroamericano femenil estaba en juego en el estadio de Las Delicias, en San Salvador.
El hecho de que mexicanas y venezolanas se enfrenten en el duelo por el oro no solo ponía en perspectiva el presente, sino también el pasado, con la oportunidad de la vinotinto de empatar a las tricolores en el palmarés, con dos títulos cada uno, o México Femenil, como las tricampeonas del torneo de los Juegos Centroamericanos.
Al final fueron las aztecas quienes se llevaron el duelo con un dramático 2-1 que se extendió hasta la prórroga. Y que se definió en los últimos minutos, con un gol de Mauleón.
El estadio en la capital salvadoreña vivió una noche de fiesta, digna de lo que suele representar el futbol femenil, mucho más puro en su esencia. En el campo, mexicanas y venezolanas pasaron por las distintas fases de todo partido en el que se juega un título, con la presión a tope.
Con el miedo a cometer un error, hasta que un gol lo rompe todo.
El tanto que cambió el rumbo del partido tardó en llegar. Durante los primeros 45 minutos fue México el que más lo intentó, pero sin demasiada claridad. Cada ataque tricolor encontraba una sólida defensa vino tinto, que solo batalló con la velocidad de Ovalle desde la punta izquierda.
Venezuela, mientras tanto, buscaba generar peligro a través de pases largos que fueron bien controlados por la pareja de centrales. La mejoría de México coincidió con el arranque del complemento.
La urgencia echó para adelante a la vino tinto, que poco a poco comenzó a generar peligro. Hasta que cayó el empate en una jugada que Robles no pudo cortar y que terminó en un enredo dentro del área chica que de rebote mandó el balón al fondo.
Con la igualada volvió la tensión, el nervio al error, los tiempos extras. Cuando parecía que los penales estaban en el destino, Natalia Mauleón marcó al minuto 116.
Luego de una gran jugada de Charlyn Corral, que no pudo rematar, pero llevó el balón al área para un remate que vale oro.