En conferencia de prensa mañanera, mencionó que el país tiene una deuda con las mujeres que no reciben un pago justo por su trabajo, con las mujeres migrantes, con las que trabajan dobles jornadas, con las niñas que se convierten en madres o esposas, con las mujeres trans, con las indígenas y afroamexicanas, con las policías, con las científicas.
Asimismo, agregó, con las que se manifiestan en las calles, ya que son las primeras en denuncias las formas de opresión, “son ellas las que señalan a dónde deben dirigirse las políticas para una igualdad sustantiva; las mujeres son el centro de la lucha contra la igualdad”.
Sánchez Cordero externó que México es un país con muchas desigualdades, en el que hoy el gobierno se mueve hacia la igualdad, “por eso me da gusto formar parte de esta cuarta transformación y de un gabinete de la talla de las aquí presentes.
Históricamente el hombre ha sido el centro de la vida social, policía y económica; la mujer en cambio, ha tenido un papel secundario y su existencia ha sido justificada solo en relación con la del hombre.
Sin embargo, las mujeres en la historia “hemos reivindicado la idea de que la mujer tiene una posición en la sociedad y esa no es de inferioridad; la lucha por la igualdad es una gesta que las mujeres del mundo hemos construido desde hace siglos y que vamos a seguir construyendo”.
Dijo que la lucha de las mujeres del siglo XX, quienes se reunían por la inconformidad de sus derechos civiles y jurídicos, “buscábamos, en una palabra, los derechos y las libertades”.