En una serie de tuits, Trump utilizó la violencia en México como argumento para construir su muro.
“Lamentablemente, los casos de asesinato en México en 2018 aumentaron un 33% en comparación con 2017, a 33,341. Esto contribuye a la crisis humanitaria que se está produciendo en nuestra frontera sur y que luego se extiende por todo nuestro país. Peor aún que Afganistán. Mucho de la causa son las DROGAS. ¡Se está construyendo el muro!”, tuiteó el magnate.
Very sadly, Murder cases in Mexico in 2018 rose 33% from 2017, to 33,341. This is a big contributor to the Humanitarian Crisis taking place on our Southern Border and then spreading throughout our Country. Worse even than Afghanistan. Much caused by DRUGS. Wall is being built!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 31, 2019
También volvió a su retórica original de llamar a la valla fronteriza Muro. Desde hace varias semanas, algunos legisladores republicanos, y también Trump, hablan de «barrera» en la frontera con México, con la esperanza de hacer más aceptable el plan a ojos de los demócratas y así evitar un nuevo «shutdown».
Este jueves por la mañana, sin embargo, el presidente estadounidense estimó que eso no servía de nada.
«¡Llamémosle muro y dejémonos de juegos políticos!», tuiteó como si se dirigiera a sus propios consejeros. «¡Un MURO es un MURO!», añadió, enfatizando su mensaje con mayúsculas.
Lets just call them WALLS from now on and stop playing political games! A WALL is a WALL!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 31, 2019
En una cascada de tuits, el mandatario también estimó que los legisladores republicanos estaban perdiendo el tiempo negociando: «Los demócratas (…) no darán el dinero para construir el muro que necesitamos desesperadamente».
«El muro se hará de una forma u otra!», prometió. «Se enviarán más tropas a la frontera sur para frenar el intento de invasión de ilegales… con un muro será mucho más fácil y más barato», apuntó.
Trump insiste en que lo que llama “la crisis en la frontera sur” es una amenaza para Estados Unidos, sin embargo, en el informe presentado el martes por las agencias de seguridad nunca se consideró el tema.
Horas después, la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, también respondió enfáticamente y aseguró que «no habrá dinero para ningún muro en la legislación».
La insistencia de Trump de que el presupuesto incluyera 5 mil 700 millones de dólares para construir el muro que prometió durante su campaña electoral y la negativa de los demócratas a aceptarlo llevó a una parálisis parcial de la administración de más de un mes.
Según un informe difundido el lunes por la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), el cierre parcial de la administración restó 11 mil millones de dólares al PIB, casi el doble de lo que Trump necesita para concretar su proyecto del muro.
El informe indicaba sin embargo que gran parte de esa suma se compensará con la reactivación de las operaciones del gobierno y que las pérdidas serán de sólo de 3 mil millones de dólares, equivalentes a un 0.02% del PIB, en el balance final.
La parálisis presupuestaria, que fue la más larga de la historia de Estados Unidos, afectó a unos 800 mil empleados públicos, que tuvieron que trabajar sin paga, o que fueron licenciados sin goce de sueldo.
Trump terminó cediendo ante los demócratas aceptando la financiación temporal de los servicios federales, pero esto no aleja del todo el fantasma de la crisis, ya que sólo otorga fondos al gobierno hasta el 15 de febrero.