Aunque la crisis de la biodiversidad mexicana se ha enfocado en la situación crítica que enfrenta un puñado de especies (como el jaguar o la vaquita marina), México tiene un problema mucho, pero mucho más grave, y las autoridades en esta materia deben poner atención.
Según cifras de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza(analizadas por Alpha Travel Insurance) en México hay 665 especies amenazadas, que van del estado “crítico” al “vulnerable”. De todas estas, 71 especies son aves, 96 mamíferos, 98 reptiles, 181 son especies marinas y 219 son anfibios.
En segundo lugar se encuentra Indonesia, con 583 especies amenazadas, seguido por Madagascar, India, Colombia, Estados Unidos, Ecuador, China, Brasil y Perú (ver gráfica). En total son 27 mil las especies que enfrentan un riesgo de extinción en el planeta, es decir, el 27% de todas las especies de las que tiene conocimiento el ser humano.
México, un país que antes se jactaba de la riqueza de su biodiversidad, padece las consecuencias de darle luz verde a los programas de deforestación más agresivos del mundo. Gran parte de sus bosques y junglas han sido destruidas para cederle el terreno al sector agrícola, erradicando a su vez los hábitats naturales de miles de especies.
La caza furtiva, el crecimiento de las zonas urbanas, la contaminación ambiental, el transporte aéreo y el calentamiento global son otros factores que han influido sobre el colapso de la vida animal en nuestro país.