«Son procedimientos legales que desconozco y no voy a cuestionar. Yo estoy a disposición de la Justicia. Sé lo que hice y cómo lo hice con Diego y por Diego hasta último momento. Y puedo mostrar y contar todo», destacó el médico. Y agregó: «Ellos vinieron de un modo que uno no espera. Es su trabajo y lo respeto. Les dimos toda la información que nos pidieron, incluidos discos rígidos personales que tengo desde hace 20 años».
Fuentes judiciales explicaron que Luque no está imputado en el expediente judicial. «No se han adoptado por el momento decisiones respecto de la situación procesal de persona alguna», explicaron desde la Fiscalía General de San Isidro en un comunicado de prensa.
La tranquilidad inicial de Luque, que por momentos se refirió en presente al hablar de Diego, fue dándole paso al enojo y a la emoción a medida que su diálogo con los medios avanzaba. Incluso, se quebró y lloró en varios tramos de la extensa e improvisada conferencia de prensa dentro de su casa.
«Se llevaron la historia clínica. Los análisis y las asistencias que hice. Dispositivos electrónicos. Discos rígidos que tenía hace 20 años. Todos los teléfonos. La verdad es que me sorprendió, porque cuando Diego fallece, yo llego al lugar y ya estaba la fiscalía trabajando. Y entonces no me llevaron a declarar. No pensé que éste era el modo», resumió
Acerca de lo que se fue contando en los medios, el neurocirujano comentó: «En cuanto a las cosas que se dicen no la puedo ni leer. Yo hablo como un amigo. Estuve en el entierro y en el velorio. Vi mucha gente que no había visto nunca cerca suyo.»
Sobre su relación con Maradona, Luque explicó: «Me nombran como su médico de cabecera. ¡Y yo soy neurocirujano! Mi trato con él era diferente, porque siempre fui genuino y sincero. Yo no buscaba la foto. Diego odiaba a los médicos, a los psicólogos, a todos los que tenían que ver con la salud.»
En relación a la salud de Maradona en sus últimos meses, el doctor reconoció: «Diego tenía muchos problemas desde antes que yo lo conozca. Pero él siempre decidió. Diego no es insano. No se lo puede invadir. Para invadirlo había que judicializarlo, y considerar un tema psiquiátrico, cosa que no se hizo porque no era necesario. No escuché desde los medios decir nada acerca de eso.»
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