Hoy sus agresores están en el reclusorio. La enfermera, oriunda de Ecatepec, Estado de México, tiene golpes en la cara y dos dedos lastimados tras la agresión. El pasado 17 de abril, Sandra «N» y Antuan «N» la agredieron física y verbalmente en la colonia Lindavista, alcaldía Gustavo A. Madero.
Ella denunció y el 21 de abril la fiscalía capitalina aprehendió a la pareja, acusada de agresiones y discriminación; quedó libre, pero ayer, tras salir de una audiencia en los juzgados orales, fue detenida por tentativa de homicidio calificado y discriminación.
Ambos salieron escoltados por elementos de la fiscalía, mientras el padre de la detenida, Javier Hernández, gritaba y aseguraba que su hija es inocente y que la agresión no se dio por su labor como personal médico, sino porque “ella estaciona siempre su auto en la puerta.
Le fueron a decir tres veces”. La enfermera reconoce que el incidente se originó cuando estacionó el automóvil frente a la que pensó era una casa abandonada. Asegura que intentó ofrecer disculpas por ponerse ahí, y en ese momento el sujeto fue por ella y comenzaron las agresiones.
La pareja argumentaba que ella les había llevado la enfermedad a su casa. “Ahora ya tengo más miedo de la ignorancia de la gente, porque el covid-19 lo podemos de alguna manera evitar haciendo las indicaciones que se nos dan.
No sé si a ellos, en especial estas dos personas, no les quedó claro que eso es más por contacto, yo no los había tocado, ni había ido a toserles afuera de su casa, ni mucho menos, solo estacioné mi carro.
Entonces ahora mi miedo es la ignorancia”, declaró la enfermera. Sandra «N» y Antuan «N» no tienen antecedentes penales y fueron presentados ante la autoridad correspondiente, que determinará su situación jurídica. El IMSS ha reportado al menos 21 agresiones contra personal médico en medio de la pandemia, pero no se había presentado una denuncia penal.
En redes sociales trabajadores de la salud denuncian que han sido rociados con agua, café e incluso cloro; obligados a bajar del transporte público; expulsados de sus casas; golpeados, amenazados con armas de fuego y discriminados. En un comunicado, el Consejo para Prevenir y Erradicar la Discriminación (Copred) de Ciudad de México llamó a la población a respetar al personal de la salud y detener las agresiones.
El consejo señaló que “no solamente merecen respeto, como cualquier otra persona, sino que requieren de nuestra solidaridad.
En lugar de violencia e insultos, merecerían trato preferente en las filas del supermercado y en el acceso al transporte, así como respeto y gratitud en vecindarios y al pasar por las calles”.
En entrevista con MILENIO, Geraldina González, presidenta del Copred, recalcó que “es importante que la sociedad sepa que esta conducta no está bien; además de derivar en actos ilícitos. El delito de discriminación en la Ciudad de México existe desde 2002 y tiene una sanción de uno a tres años de prisión”.