Se llamaba Mirna Guadalupe Reta Reveles, de 31 años, quien fue sorprendida por un hombre armado que se metió por la fuerza hasta su casa en las calles antes mencionadas y le disparó a la cabeza en cuatro ocasiones.
De acuerdo con testimonios que vecinos proporcionaron a las autoridades, la víctima tenía problemas constantes con algunos residentes del lugar, porque era muy problemática.
Un agente preventivo dijo que la mujer quedó sin vida en la sala de la casa, que tenía muchos tatuajes y aparentemente era adicta a las drogas.
El inmueble fue acordonado para preservar evidencias que pudieran servir en la investigación.
Es la décima mujer asesinada en el mes de junio.