La operación se concentró en Jenin y Tulkarem, dos ciudades que se han convertido en bastiones militantes, dijo a los periodistas el teniente coronel Nadav Shoshani, portavoz militar israelí.
Los fallecidos eran insurgentes, indicó el portavoz, que explicó que tres fallecieron en un ataque aéreo en Tulkarem y otros cuatro en un operativo similar en Al-Faraa.
Otros cinco presuntos insurgentes fueron arrestados, agregó al tiempo que apuntó que las redadas eran la primera fase de una operación más amplia para evitar ataques contra israelíes.
Israel ha llevado a cabo redadas casi a diario en Cisjordania desde el ataque del 7 de octubre de Hamas sobre el sur de Israel, que desató la guerra que se libra en la Franja de Gaza.
Israel afirma que está eliminando a los insurgentes para evitar ataques sobre sus ciudadanos, mientras que los palestinos de Cisjordania temen que la campaña busque ampliar la guerra y forzar su desplazamiento.
A pesar de las bajas en Cisjordania, las incursiones no han logrado acabar con los grupos armados.
También han empobrecido aún más a los civiles palestinos del territorio, que vieron cómo las excavadoras israelíes destrozaban las carreteras el miércoles por la mañana y temían quedar atrapados en el fuego cruzado.
Las redadas del miércoles parecieron ser las más grandes desde julio de 2023, cuando unos mil soldados israelíes llevaron a cabo una incursión de 48 horas en Jenin que mató a 12 palestinos, al menos nueve de los cuales grupos militantes reclamaron como miembros.