Estados Unidos y Canadá solicitaron las consultas debido a que consideran que la política energética de México dificultó a sus empresas que van desde el funcionamiento de nuevas centrales privadas, hasta el desplazamiento en el despacho eléctrico para favorecer a la CFE, además de un monopolio del gas natural.
Cuestionaron a Andrés Manuel López obrador sobre sus expectivas de dicha consulta al T-MEC, aseguró que se puede resolver ya que existe voluntad de la parte mexicana para atender las posibles demandas de dichos países.
Sin embargo, declaró: «No se debió solicitar la consulta, no había motivo, no sé informó bien al Gobierno de Estados Unidos».
Alegó que 15 días antes de la iniciativa de Reforma Eléctrica que emitió, él tuvo una reunión con empresarios estadounises para atender «caso por caso» en controversia con su iniciativa.
«Viene la consulta y totalmente majadera, en un tono soberbio de prepotencia, haciendo referencia de que la Reforma Energética que se había llevado a cabo en el país era la panacea, cuando nosotros sostenemos lo opuesto», acusó López Obrador.
Criticó por intervencionismo la intención de obligar a México a modificar sus propias leyes.
Las audiencias entre los tres países tendrán una duración de 75 días naturales, como están contempladas en el acuerdo comercial T-MEC.