El mandatario también aludió a la situación en la que se encuentra el ex delegado federal en Jalisco, Carlos Lomelí, cuyas empresas recibieron varios contratos para la adquisición de medicinas ya en este gobierno: “Hay que ver bien la investigación, también para no hacer juicios sumarios, porque no es ‘ajustícialo, condénalo y luego averiguas’. No es así”.
Durante su habitual conferencia, López Obrador rechazó las críticas a su gobierno por la insuficiente creación de empleos, enfatizando en que los actuales criterios para evaluar el mercado laboral utilizados por el IMSS no consideran como nuevas plazas laborales a las 800 mil personas que se han incorporado al mercado laboral a través de los programas Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida.
Y aunque reprochó que la metodología usada por el IMSS no incluya estos empleos, no la queremos cambiar para que no vayan a hacer un escándalo los conservadores.
En este contexto, también censuró las variables reportadas por los expertos –en el periodo neoliberal– para valorar la evolución económica, que se limitan únicamente al crecimiento sin analizar el desarrollo de un país. Crecimiento es hacer dinero, es hacer riqueza, pero no implica necesariamente la distribución de la riqueza, la distribución del ingreso.
En México la política económica derivó en un rotundo fracaso porque la riqueza se concentró en unas cuantas manos, se produjo una monstruosa desigualdad, dijo el presidente.
Durante la disertación económica en la que derivó parte de su conferencia, López Obrador aludió a la ética en los negocios, la lucha contra la corrupción y el necesario fin de las malas prácticas empresariales como Odebrecht o el Fobaproa. Si tengo tiempo voy a hacer un libro sobre la economía moral para explicar el modelo alternativo al neoliberalismo que tiene que ver básicamente con la honestidad.
Por otro lado, refirió que aún no se ha podido limpiar completamente la integración del gobierno, pues aún hay funcionarios que difieren de las directrices generales en su administración. Aunque no es la regla y hay excepciones, hay quienes no están de acuerdo con los cambios porque estaban acostumbrados a las prebendas, al lucro. Los conservadores son muy corruptos, su verdadera doctrina es la hipocresía, se dicen hasta gentes de bien.
En otro orden de ideas, en torno al resurgimiento de la idea de conformar autodefensas para garantizar la seguridad en algunas entidades, López Obrador expresó su abierto rechazo. No estuve de acuerdo en su momento con esa estrategia, ni estoy de acuerdo, porque no corresponde a las personas garantizar la seguridad pública, es una responsabilidad del Estado.