Al estar dentro de la lista de las profesiones más nobles, pero también más riesgosas y laceradas, debido a la naturaleza de sus funciones, sobre todo en el caso de la carrera policial, quienes forman parte de ellas se enfrentan diariamente al peligro, a riesgos inesperados y a personas que suelen desvalorar la importancia de las labores que realizan en favor de las y los ciudadanos, incluso ofreciendo su propia vida por la de los demás, como desafortunadamente ha ocurrido a lo largo de los años.
Hombres y mujeres que desde hace más de 25 años decidieron servir y proteger a la comunidad chihuahuense, como lo indica el principal lema de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, dieron parte de su vida para cuidar la ajena y se mantuvieron firmes a sus convicciones y valores, a la disciplina y la lealtad hacia sus superiores y al trabajo en las calles, todo con el propósito de prevenir y combatir la delincuencia en la ciudad.
Anteriormente un elemento debía durar en la corporación tres décadas para poder ser acreedor al retiro de ley y a los beneficios que éste otorga, sin embargo, gracias a las gestiones del alcalde actual, Marco Bonilla y del titular de la DSPM, comisario Julio César Salas, fue posible reducir esa cantidad a los 25 años, debido al desgaste emocional y físico al que se exponen diariamente los agentes del orden y los combatientes del fuego.
A diferencia de la mayoría de las ocupaciones, las labores que realizan tanto un policía como un bombero, son consideradas de alto riesgo, al exponer sus vidas para lograr un beneficio ajeno; sea para salvar la de un pequeño o una mujer que se sienten amenazados, resguardar al comerciante que sufre un robo en su negocio, defender rehenes que han sido asegurados por delincuentes, brindar ayuda a una madre que ha sido agredida por su pareja, o ingresar a rescatar a personas atrapadas en un incendio o explosión.
Por la extraordinaria labor que han realizado en favor de la comunidad, arriesgando su propia integridad, resulta imperante reconocer a estos héroes sin capa, ejemplo de orgullo para sus familias y quienes ahora se encuentran del otro lado de la moneda, ahora como civiles y debiendo ser cuidados por las nuevas generaciones de colegas policías y bomberos, que ven en ellos un ejemplo de experiencia y conocimiento dentro de la institución.
Testimonios
Bombero retirado, Jesus García Vicencio
“Ingresé al H. Cuerpo de Bomberos en marzo del año 1993, hasta hace poco, que cumplí mis 30 años de servicio, con gran satisfacción y orgullo.
Es muy gratificante haber trabajado para la DSPM, pues desde pequeño anhelaba ser bombero y gracias a las circunstancias, esto fue posible. Disfrutaba mucho la labor porque me fascinaba. A las nuevas generaciones les recomiendo que sean muy constantes y disfruten lo que hacen”.
Bombero retirado, José Ángel Máynez Jáquez
“Ingresé desde 1993 y llegué a los 30 años de servicio en la Dirección de Seguridad Pública. Mi estancia en el departamento de bomberos está llena de recuerdos, de aprendizajes, de amistades excelentes, pues mis compañeros eran mi familia y mi labor representaba un hobby por el cual me pagaban.
A las generaciones venideras les recomiendo que sean proactivos, que no cesen de aprender, siempre hay cosas nuevas que los ayudarán a desempeñarse mejor en favor de su comunidad”.
Policía retirado, José Ildefonso Arrieta Valdez
“En el año 1997 hice mi academia y soy de los afortunados que pudimos acogernos a este retiro anticipado de los 25 años, gracias a las gestiones del alcalde Bonilla, quien sí lo cumplió y eso nos dio mucho gusto. Ahora disfruto a mi familia en casa.
Desde el primer día que inicié hasta que me retiré, patrullé las calles de la ciudad. Este servicio es hermoso y aprecio mucho esta carrera porque, a pesar de lo malo que pude haber presenciado, eso no importa para mí. También tuve la oportunidad de estudiar una carrera gracias a la Dirección. Si volviera a nacer sería nuevamente policía”.