El caso civil de James, que se presentó en septiembre y se espera que vaya a juicio más adelante este año, acusa a Trump, a su empresa familiar y a tres de sus hijos de un fraude «asombroso» por sobrevaluar los activos del ex Mandatario en miles de millones de dólares.
La declaración se llevó a cabo a puerta cerrada y no ha generado el tipo de atención que causó su entrega por cargos penales separados la semana pasada. Había un puñado de manifestantes frente a las oficinas de la Fiscal.
«Iré al centro (de Nueva York) para a encontrarme con una racista que ha filtrado que estaré ahí a las 09:00 horas», escribió Trump sobre la Fiscal, una afroamericana demócrata elegida en las urnas.
Trump llegó a las oficinas para su segunda declaración en una batalla legal por las prácticas comerciales de su empresa.
El abogado de Trump indicó que el ex Presidente tiene la intención de responder preguntas esta vez en lugar de invocar su Protección de la Quinta Enmienda contra la autoincriminación.
«Trump no sólo está dispuesto, sino también ansioso por testificar ante la Fiscala general hoy» aseguró su abogada Alina Habba.
«Él sigue firme en su postura de que no tiene nada que ocultar y espera educar a la Fiscala general sobre el inmenso éxito de su empresa multimillonaria».
La demanda de James alega que Trump y su familia engañaron a bancos y socios comerciales al darles información falsa sobre su patrimonio neto y el valor de activos como hoteles y campos de golf.