Grupo de universitarios -hombres y mujeres entre ellos- bebían y bailaban en el Bar 27 en Pedregal, cuando miembros del grupo criminal La Unión comenzaron a acosar a una de ellas.
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Según dijo testigo al reportero Carlos Jiménez “los de La Unión empezaron a jalarla, abrazarla, tocarla y robarle besos. Y los de seguridad no hacían nada; entonces uno de los chavos se puso entre su amiga y el tipo ese para que ya no la molestaran”.
Luego comenzaron los empujones que escalaron a una gresca con intercambios de puñetazos.
Personal del lugar intervino. Meseros impidieron a testigos grabar lo que pasaba.
Pero los guardias apoyaron a los integrantes de La Unión.
El testigo narró que “según iban a separarlos, pero la verdad es que les pegaron a los jóvenes, los patearon en el piso, lo pisaron, y luego los sacaron por una puerta que da al estacionamiento”.
De acuerdo al reporte, a uno de los jóvenes, llamado Diego, le pisaron la cara hasta romperle la nariz y un pómulo. A otro, Rodrigo, le deformaron el rostro. A otro, Santiago, lo golpearon hasta que no pudo abrir su ojo izquierdo.
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Después de la paliza y de que los sacaron al estacionamiento, los hincaron, los encañonaron, les pusieron una pistola en la boca y amenazaron con matarlos.
Los agresores afirmaron que en el antro “la empresa manda”. Les robaron a las víctimas teléfonos, dinero y un Audi A4. Los amigos encontraron a los jóvenes golpeados.
El Bar 27 emitió comunicado donde señala que el equipo de seguridad actuó “conforme a los protocolos”.