Sin embargo, indicó que el crecimiento de la economía nacional sigue obstaculizado por la lenta captación de inversión, en parte relacionada con el ruido político continuo y la incertidumbre regulatoria en el sector energético, así como las disputas en la materia con Estados Unidos y Canadá bajo el T-MEC.
Además, anticipa que el Banco de México (Banxico) continuará con el endurecimiento de su política monetaria para evitar un mayor desanclaje en las expectativas de inflación, por lo que estima que la tasa del organismo central finalice el año en 10.75 por ciento.
Entre otras cosas, Fitch dijo que la elevada inflación, en máximos de más de dos décadas, puede aumentar su persistencia fuera del rango meta del 3 por ciento, afectando las expectativas.
La calificadora espera que el Gobierno federal mantenga su compromiso de apoyar financieramente a la estatal Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, como parte de su prioridad para fortalecer el papel de las empresas estatales en el sector energético. Sin embargo, prevé el Gobierno no garantice la deuda de Pemex.
Por último, Fitch prevé un crecimiento real del PIB en México de 2.5 por ciento en 2022 y se reduzca al 1.4 por ciento en 2023.