El estadio Madera se vio en la necesidad de cerrar sus puertas al superar su capacidad máxima durante un emocionante encuentro deportivo entre Venados de Madera y Mineros de Parral. La decisión fue tomada por Protección Civil de la ciudad para garantizar la seguridad y el bienestar de los asistentes.
Ante la gran afluencia de aficionados, se implementó un protocolo de seguridad que incluyó cerrar el acceso al estadio, dejando a muchos seguidores sin la posibilidad de presenciar el evento en persona.
Incluso, algunos fanáticos se vieron obligados a ocupar espacios en los pasillos y banquetas del estadio debido a la falta de lugares disponibles.
El ambiente se tornó aún más tenso cuando, en la quinta entrada, el marcador del primer juego de la serie se encontraba empatado 1-1, manteniendo a la audiencia en vilo y elevando la emoción en el recinto deportivo.