Y es que la administración del lugar en donde Falestine está en cautiverio decidió quitarle las garras con la intención de que los visitantes puedan acariciarla o tomarse fotos con ella mientras la visitan a ella y otros animales en este espacio ubicado en Rafah, un territorio palestino de la Franja de Gaza.
Por si toda la crueldad no fuera suficiente, los hechos fueron grabados en un video que ha sido difundido en redes sociales y, según destacó el portal BigData, todo sucedió porque el dueño del zoo dijo que el animal era suficientemente dulce como para recibir visitantes en su jaula.
«Intentamos contener la agresividad de la leona y que sea amable con la gente”.
Tristemente, en el acto atroz también participó un veterinario que estuvo de acuerdo y declaró que cortaron las garras de Falestine para que pueda jugar con los niños.
«Le cortamos las garras para retardar su crecimiento y que los visitantes, los niños sobre todo, puedan jugar con ella”