La última vez que Eunice Jocelyn, de entonces 27 años, fue vista por su familia, ella había conseguido un nuevo trabajo con una persona que se presentaba como diputada federal, se había mudado del hogar de sus padres a un departamento en la Alcaldía Miguel Hidalgo y sus visitas se habían vuelto cada vez más esporádicas. El 27 de enero se cumplirá un año de aquel encuentro y el rastro sobre el paradero de la joven es raquítico.

La Fiscalía abrió una carpeta de investigación por desaparición que está en suspenso y los familiares de Eunice ahora piden que la indagatoria se reclasifique bajo el delito de trata de personas. Esto es lo que se sabe del caso.

LA OFERTA DE TRABAJO

En noviembre de 2021, Eunice Jocelyn Montaño trabajaba en el restaurante Hooters de Polanco, donde conoció a un grupo de clientes del local quienes aseguraban colaborar con diputados federales, narró el padre de la joven, Héctor Montaño; entre estas personas, se encontraba una mujer que se presentaba como legisladora y se hacía llamar Irma Ester Serrano Méndez. Por medio del gerente del restaurante, Serrano Méndez le hizo saber a Eunice que buscaba a una asistente.

De acuerdo con Héctor, su hija se emocionó. La paga prometía ser mejor y significaba cambiar a un empleo con mayores posibilidades de crecimiento profesional. Eunice aceptó la oferta.

Durante las dos primeras semanas en su nuevo puesto, la joven recibió por parte de sus empleadores al menos dos autos en préstamo para trasladarse desde la casa de su familia, ubicado en la Colonia Valle de Aragón, en el Estado de México, hasta un domicilio en la Alcaldía Miguel Hidalgo. Luego vino la oferta por parte de Serrano de conseguirle un departamento más próximo a su lugar de trabajo. Eunice se mudó entonces a la Colonia Anáhuac.

«Tuve que confiar en ella. Yo no estaba muy de acuerdo porque veía cosas raras y se lo decía, pero mi hija estaba emocionada porque era un buen trabajo. Me prometió que iba a venir los fines de semana a vernos y lo cumplió muy poco».

Héctor Montaño, padre de Eunice

ÚLTIMO ENCUENTRO

El 27 de enero de 2022, el padre y el hermano de Eunice acudieron a su encuentro al exterior de un edificio en la Colonia Anáhuac. La vieron sólo algunos minutos en los que le entregaron objetos personales que ella había solicitado. Desde entonces no la han vuelto a ver. Durante algunos meses ella siguió manteniendo contacto telefónico.

Sin embargo, dejó de utilizar su número personal y comenzó a llamar desde al menos seis números que, de acuerdo con investigaciones de la Fiscalía, están domiciliados en el estado de Morelos. Sin embargo, este tipo de contacto fue haciéndose cada vez más esporádico. El 10 de mayo de 2022 se registró su última llamada. Para ese momento, la familia Montaño ya había interpuesto una denuncia por desaparición ante la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México.

INDAGATORIA EN SUSPENSO

La familia Montaño reportó la desaparición de Eunice luego de que ella dejó de usar su número telefónico y comenzó a llamar desde teléfonos domiciliados en Morelos. Una serie de citatorios fueron entregados en el domicilio de la Colonia Anáhuac. Pero ella nunca se presentó.

En el último contacto que sostuvieron con la joven, Eunice pidió que la denuncia ante la Fiscalía fuera retirada. De acuerdo con Héctor, durante la llamada podían escuchar que alguien le daba indicaciones de qué contestar. Ante esta situación, los padres de la joven piden que la indagatoria sea reclasificada bajo el delito de trata de personas.

Durante su búsqueda, la familia incluso llegó a acudir a San Lázaro para preguntar por Serrano Méndez. Sin embargo, el personal que los recibió les aseguró que no eran los primeros que acudían en búsqueda de jóvenes que, supuestamente, trabajaban para ella.

“Me enojé mucho, porque si ya habían visto que yo no era la primera persona en ir a preguntar, eso ya significaba una alarma de que algo malo estaba pasando”, relató Héctor.

Mientras tanto, la investigación por parte de la Fiscalía sigue abierta, pero el avance es nulo, acusó Héctor.

«Seguimos en eso, pero quiero que mi hija sepa que la seguimos buscando. Que estoy haciendo lo posible por saber de ella».

Héctor Montaño, padre de Eunice

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